La merienda del viernes pasado se le atragantó al Alcalde de Oviedo, Wenceslao López, cuando sus colaboradores le contaban "la última" de Taboada. Un comentario suyo de unas horas antes en la Junta de Gobierno saltaba a la actualidad convertido en noticia por obra y gracia de la política de comunicación de Somos. Otra "jugada" de la primera teniente de Alcalde dentro de la rutina de provocación al regidor socialista. Tan pronto atacan con el estruendo de Rubén Rosón, edil de Economía, como con la sutileza de Taboada que levita sobre el barrizal y ni los bajos de la falda se mancha.
A mediodía de ese viernes, López contó que había recibido una respuesta a su petición al Ministerio de Defensa para que cediese la titularidad de los terrenos de la fábrica de armas de la Vega. Detalló lo sustancial López y dijo que ya lo hablarían, lo verían con los técnicos y darían a la Administración central una respuesta conjunta como gobierno que son y que, aunque el Ministerio no cedía, tampoco había ido tan mal la cosa: daban espacio para montar el museo de la industria del armamento en el municipio y la sensación no era de cerrazón.
Pero sin previo aviso, Somos lanzó al espacio su juicio a la carta del director general de Infraestructuras en Defensa, Eduardo Zamarripa. Y en la segunda línea daban vuelo a lo que podía interpretarse como un revés para Wenceslao López: "?rechazando todas menos una de las peticiones del Ayuntamiento de Oviedo". A partir de ahí, Somos hacía suyas las reclamaciones de toda la ciudad. Según le iban contando, el Alcalde más se encendía. En el seno de la alcaldía ovetense están ya un poco hartos de la "voracidad mediática" de Taboada. No es el primer lío por aparecer en la fiesta; si es raro que la teniente de alcalde patine a la hora de hablar, no lo es tanto que se pase de largo al reclamar su cuota de protagonismo: uno de los últimos ejemplos, ligado al presupuesto, como su empeño por salir en la foto del pacto, que obligó a idear un protocolo en el que acabaron apareciendo cinco personas. Todo esto molesta a Wenceslao López, que identifica falta de lealtad en acciones como la filtración del contenido de una carta que, al fin y al cabo, iba dirigida al él, al Alcalde y que no pudo dar a conocer cuando él pretendía porque fue en Somos donde le marcaron el momento.
Castigo a la mujer trabajadora
Es una encrucijada permanente la del Alcalde, entre sus responsabilidades al frente del Ayuntamiento y los calentones políticos que le provocan sus compañeros de gobierno. Otra tangana tripartita se formó por la celebración pasado mañana martes del Día de la mujer trabajadora. No hubo forma de que el Ayuntamiento de Oviedo lograse una declaración institucional. Se enfadan entre los tres que dirigen hasta en lo que están de acuerdo. En la revisión del borrador del texto alguien avisó de que igual al PP no le iba (como así fue) una referencia al aborto que decía así: "Siempre contra el machismo significa defender la libertad de elección de las mujeres sobre su maternidad y reconocer y respetar los derechos sexuales reproductivos".
Ahí se montó otro lío morrocotudo que el grupo municipal del Alcalde, el PSOE, no pudo atajar. Buscaba conseguir el consenso en la Corporación, pero si ya le cuesta en el tripartito? En los pasillos consistoriales comenzó una absurda carrera para registrar textos y mociones y la solución final llegó con eso, con una moción acordada por el tripartito. Ni declaración, ni institucional. La lectura es diferente en cada esquina. En IU, Cristina Pontón celebra el desacuerdo. Consideraba un conjunto vacío la declaración que buscaba el PP, como dejó bien claro en LA NUEVA ESPAÑA de ayer, y celebra haber conseguido una moción "con contenido político, feminista y reivindicativo". Frente a ella, otra Cristina, Fernández, del PP, encontraba un intento de aprovechamiento político de un día pensado para reivindicar a las mujeres por parte de quienes "están empeñados en diseñar e inventar una ciudad solo a su medida".
Multazo en el Tartiere
Quedan seis días aún para el siguiente partido en casa del Oviedo, cuando el sábado juegue en el Carlos Tartiere el Valladolid. Durante el último, contra el Elche, hubo récord fuera del césped. Cuarenta multas por aparcar mal despacharon los agentes de la Policía Local durante el juego. Muchas más habrían sido de aplicar celo total. Contaron los que dirigen la seguridad que solo denunciaron a los que interrumpían el paso en las aceras. Y dicen los aficionados que aparcar en los alrededores del campo los días de partido es un infierno. Pero no habrá tolerancia con los que interrumpen el paso a pie de otros ciudadanos. El aviso queda dado aunque falten seis días: cuidado, que caen 200 euros.
Un "infierno" en Vallobín
Se supo esta semana por la denuncia de una familia que en Vallobín hay un grupo de delincuentes que quiere su propia ley. Hay grandes y pequeños, mayores y menores; meten miedo y dan empujones y puñetazos por unos euros, una pesadilla para los chavales en sus primeras salidas.
Sentido común en el bulevar de la "Y"
Votó Oviedo y lo hizo con sentido común. La entrada a la ciudad por la "Y" se llamará bulevar de San Julián de los Prados. Lógico y natural. Y será sí o sí; es decir, que cambia el nombre haya o no una gran reforma en la carretera de entrada. Los pasos de cebra y los semáforos aparecerán pronto, a la espera de ver qué pasa con el proceso de participación que culminará en la elección de un proyecto. La última vez que se votó, con el PP en la Alcaldía, salió una solución que soterraba una parte del tráfico, todo lo contrario de lo que quieren los que ahora gobiernan. Hagan juego.
