"Un factor importante a la hora de elegir una especialidad será ver cómo son el hospital y el servicio donde puedo hacerla", explicó ayer Carlos Bravo Pérez, número 1 del pasado examen MIR, en el que 12.427 graduados en medicina optaban 6.098 puestos para realizar una especialidad. Este joven murciano de Lorca preparó la prueba en la Academia MIR de Oviedo, después de cursar medicina en la Universidad de Navarra. ¿Estrategia? "Consistió en confiar plenamente en el método que me ofrecían en la Academia", explica. Y desgrana: "Estudiar seis o siete horas diarias, hacer exámenes tipo test y, al final del día, ir a las clases. No varié en nada la preparación que nos proponían porque veía que me funcionaba", señala Carlos Bravo. Con todo, precisa que es determinante la actitud del propio candidato. "La preparación fue muy buena, pero tienes que poner de tu parte motivación y trabajo", enfatiza.

Los resultados que iba obteniendo en los simulacros de examen realizados durante el curso ya apuntaban que Carlos Bravo conseguiría un buen puesto en la prueba. Una vez realizado el examen del pasado 6 de febrero barruntaba que podía quedar "entre los diez primeros, o incluso entre los cinco, pero no me esperaba quedar el número uno". Respondió las 225 preguntas de las que constaba el examen. Acertó 200 y falló 25. Cada tres errores se restaba una válida. Su resultado final fue 191,66 respuestas netas.

Ahora le toca elegir una especialidad en un determinado hospital. "En realidad, en todas hay algo que me gusta y algo que no. Valoro el cuerpo intelectual de la especialidad y también aspectos prácticos", señala. A día de hoy maneja cuatro disciplinas posibles: cardiología, neurología, hematología y dermatología, pero no tiene tomada una decisión. Aplicará los criterios enunciados al inicio de estas líneas. En lo geográfico, la duda se reduce a "quedarme en Murcia o ir a Madrid".