El gobierno local (Somos, PSOE e IU) iniciará hoy los trámites para desalojar el poblado chabolista de La Malata, una parcela ocupada por varias familias ubicada en el barrio de La Corredoria. El tripartito aprobará esta mañana en Junta de Gobierno el que será el primer paso de las actuaciones previstas y cuyo objetivo es desalojar la zona a corto plazo. A lo que dará luz verde hoy el gobierno es a la apertura de un plazo de ocho días para que los residentes abandonen voluntariamente la zona. El gobierno asegura que dará "todas las facilidades" a las personas que residan allí para apurar un desalojo que los vecinos de La Corredoria no se cansan de reclamar.

El tripartito es consciente de que no será fácil culminar el proceso, pero insiste en que se ofrecerá cobertura social a todas las personas que viven actualmente en el asentamiento chabolista. Hace tiempo que desde la concejalía de Servicios Sociales, dirigida por la socialista María Luisa Ponga, se lleva trabajando para solucionar una asunto que, a priori, genera consenso en la Corporación. Los cinco partidos (PP, Somos, PSOE, IU y Ciudadanos) son conscientes de que es necesario encontrar la solución a una cuestión que se alarga varios años en Oviedo. De hecho, el anterior equipo de gobierno (PP) ya buscó fórmulas, sin éxito, para desalojar a las familias residentes allí.

El tripartito abre ahora un periodo voluntario, pero sabe que será complicado que los ocupantes acepten irse por deseo propio. Por eso, el siguiente paso será la vía judicial. El gobierno local quiere ser muy prudente, pero asume que no le quedará más remedio que acudir al Juzgado para pedir una orden de desalojo que le permita proceder a él. Desde el gobierno insisten en que eso sólo se llevará a cabo después de ofrecerles "a todos" los residentes, la "cobertura social necesaria" para garantizarles todas las prestaciones posibles. Nadie en el Ayuntamiento quiere hablar de plazos, pero la idea es que pueda realizarse este mismo año.

El asentamiento de La Malata, que se ubica en una parcela en el límite de Oviedo con Siero, lleva varios años en pie, pero en los últimos meses se ha ido extendiendo. En un terreno con huertos, caballos y ganado porcino habitan varias decenas de familias, muchas de ellas con menores de edad a su cargo. Los vecinos de La Corredoria, que ya se han habituado al paisaje, llevan años reclamando la intervención del Ayuntamiento en la parcela.

El poblado está perfectamente estructurado en varias zonas separadas. Los más veteranos están instalados en caravanas ubicadas en parcelas convenientemente delimitadas y colindantes con la carretera que une La Corredoria con Lugones. Los residentes se ocupan del mantenimiento del colosal cierre que separa las parcelas de la acera por la que circulan los peatones. Al lado de estas parcelas, en la parte más próxima a La Corredoria, se ubican unos asentamientos también veteranos, pero aún más humildes. Estas familias residen en tiendas de campaña rodeadas por lonas y cuerdas en las que tienden la ropa, la mayoría de niños. Los últimos moradores se han instalado en la parte de atrás del poblado, en dirección a la vía del tren. Por esta zona acceden con sus vehículos al asentamiento chabolista.

Durante estos años de asentamiento, se cuentas varios incidentes relacionados con el poblado. El pasado verano, por ejemplo, una bombona de gas explotó en una de las chabolas y provocó un incendio. Por fortuna no hubo que lamentar heridos porque en ese momento nadie se encontraba cerca. Un año antes, en marzo de 2014, el fuego arrasó una chabola de madera en el mismo lugar. La familia que vivía allí resultó ilesa porque logró salir antes de que las llamas se extendieran. La causa: una vela encendida que se cayó sobre un colchón.