El mundo o la familia de los bolos, como así suele hacerse llamar la colectividad del deporte autóctono, celebra de manera unánime el anuncio realizado esta misma semana por la consejería de Educación y Cultura de que ha dado luz verde para tramitar la declaración de este juego ancestral como bien de interés cultural. Una medida que para muchos supone culminar unas demandas que se intensificaron en los últimos 20 años y la base para lograr una mayor implicación en la promoción y conservación por parte de las administraciones.

Especialmente satisfecha se muestra Patricia Toyos, la presidenta de la peña Ribadesella Cuatreada, que dio el último impulso a la iniciativa el pasado mes de diciembre cuando registró la solicitud para obtener esta declaración. "Supone un hito histórico que compromete la conservación, divulgación y promoción de los bolos", sostiene Toyos, que espera que esto suponga un revulsivo sobre todo para garantizar el relevo generacional. "Ahora es la sociedad la que tiene que moverse para incentivar la práctica desde la base y darle continuidad a la actividad", apunta.

También celebra la decisión el que fuera presidente de la Federación Asturiana de Bolos durante más de 16 años, Desiderio Díaz, que ve como principal artífice de este logro a la directora general de Patrimonio, Otilia Requejo. "Ella es el alma mater de este avance", declara Díaz, que ya a su llegada a la presidencia de la federación en 1996 incluyó como décimo punto de las diez prioridades de su mandato que los bolos fuesen considerados cultura.

"Sergio Marqués impulsó ayudas específicas como cultura e Iglesias Riopedre lo introdujo en los colegios", apunta sobre algunos progresos conseguidos durante su mandato, a los que hay que añadir el compromiso unánime de los grupos de la Junta del Principado de Asturias a través de una proposición no de ley impulsada por Izquierda Unida, tras las gestiones realizadas por una comisión nombrada por la asamblea de la propia federación regional. "Fue un acuerdo esencial", apuna Díaz que, sin embargo, lamenta la oposición durante años del director general de Deportes, José Ramón Tuero, a reconocer el trato de cultura al deporte autóctono por excelencia.

Otros, como el Licenciado en Educación Física y estudioso de los bolos Mauro Blanco, creen que esta declaración debe servir de impulso para otros objetivos. "La siguiente meta es incluir los bolos e la ley general de Patrimonio", sugiere tras 15 años de intentos para que dicha ley sea desarrollada con un reglamento que contemple este juego junto a otras manifestaciones culturales.

Por su parte, el investigador Carlos Suari considera que a partir de ahora los poderes públicos tienen que redoblar sus esfuerzos por fomentar la supervivencia de esta tradición ancestral. "Será positivo siempre y cuando sirva para elevar el compromiso con los bolos de la administración", señala el experto en deporte tradicional , a la vez que asegura que existen movimientos desde hace años para obtener esta declaración.

En el caso de Isidro Caballero, presidente de la asociación "Pico Peñamellera", impulsora del Museo de los Bolos de Panes, también ve como un acto de justicia el paso dado por el Principado. "Es un reconocimiento merecido para algo que lleva al menos 500 años en la sociedad asturiana", dice Caballero, mientras otros recuerdan que la medida llega un poco tarde. "Es una noticia positiva, pero que tenía que haber llegado ya hace mucho tiempo", sostiene el jugador y entusiasta del bolo batiente Fernando Blanco, mientras que desde el bolo vaqueiro apuntan que existe mayor reconocimiento a nivel internacional que regional. "Sirve para confirmar que los bolos son cultura, aunque hay que tener en cuenta que esto ya fue reconocido por la Unesco hace años", declara el presidente de la asociación de bolo vaqueiro, Francisco Álvarez, que lleva años participando en congresos europeos sobre el juego de los bolos.

Del mismo modo, en el bolo celta aplauden una iniciativa que era muy ansiada. "Es algo que se lleva persiguiendo bastante tiempo y que los bolos merecen por lo que representan a todos los niveles", asegura Rocío Menéndez, practicante de la modalidad.