Contada por Carmen Ruiz-Tilve, la vida de Dolores Medio es tan entretenida como la de los personajes de sus novelas. La cronista oficial de Oviedo le dedicó su tesis y un libro, y estableció con ella una cálida amistad. Así que pocos la conocen tan bien como ella. Con Ruiz-Tilve empezaron ayer los actos organizados desde la Fundación Municipal de Cultura con motivo del 20.º aniversario de la muerte de Dolores Medio, una ocasión que la cronista aprovechó para pedir al concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, que promueva la reedición de la novela con la que la escritora ganó el Nadal, "Nosotros, los Rivero".

Carmen Ruiz-Tilve dio, en el colegio que lleva el nombre de la escritora, una charla repleta de anécdotas y observaciones personales. Describió a Dolores Medio como "un personaje absolutamente singular, un ser superior" y que, en su opinión, "llevaba consigo el gen de la felicidad, a pesar de que tuvo una vida complicada".

Ruiz-Tilve y Medio se conocieron en la Gran Vía de Madrid. Por aquel entonces la joven universitaria que era Carmen ya tenía pensado dedicarle su tesis doctoral. Luego la vida quiso que tuviera "el privilegio de convivir con Dolores sus últimos años" y que ésta falleciera en su compañía y en la de su hija.

La cronista de Oviedo habló de la infancia de Dolores Medio, estrechamente unida a la geografía de su ciudad, empezando por su nacimiento en el número 8 de la calle Ramón y Cajal y su bautizo conducida sobre la nieve por la plaza de la Catedral hasta la iglesia de San Tirso. Sus padres tenían un negocio "de ultramarinos finos", la "Bodega Española" a unos pasos de allí, que ardió, y "su patio de recreo fue el claustro de la Universidad". Esos fueron sus primeros años, pero "en su juventud Oviedo la asfixió y marchó, pero marchó con billete de vuelta", siguió avanzando Ruiz-Tilve por la vida de la novelista. Así llegó a sus años en Madrid, a su novio Nicanor -que acabó casado con una tía del exministro Francisco Álvarez-Cascos-, y al Nadal por "Nosotros, los Rivero". "El Nadal era mucha cosa, no se puede imaginar hoy. Lo gana y empieza una aventura de Cenicienta", según la cronista. El libro se esperó en la ciudad natal de la autora con más inquietud por si se aparecía retratado en sus páginas que interés literario, y según Carmen Ruiz-Tilve contaban que la primera en leerlo había sido Carmen Polo, la esposa de Franco, que también era de Oviedo.

Ruiz-Tilve evocó a la Dolores Medio que ya en su última etapa vital regresó a Oviedo, siempre con unas katiuskas amarillas "por si llovía" y a menudo con un carro de la compra lleno de libros para regalar.

"Para un escritor el mejor recuerdo es leerlo, por eso os pido que leáis algún libro, algún cuento suyo", dijo la cronista. A cuenta de esa reflexión llegó su petición de reeditar "Nosotros, los Rivero". El concejal de Cultura tomó nota y adelantó que ya ha emprendido las gestiones para colocar una placa en memoria de Dolores medio en el inmueble en el que residió durante sus últimos años, en la calle Jovellanos. Eso será, probablemente, en octubre.