El Ayuntamiento prohibirá el acceso al mercadillo dominical del Campillín a todos los vendedores ilegales, más de un centenar, realizando controles muy rigurosos. Así lo anunció ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, en el transcurso de una reunión que mantuvo con representantes de la asociación "Rastro del Fontán", que le plantearon la necesidad de poner fin al "descontrol" actual.

De inicio y como primera medida, el próximo domingo la Policía Local, junto con un representante del colectivo de vendedores, realizará a partir de las siete de la mañana el primer control en el acceso al parque por la parte de arriba de la calle Marqués de Gastañaga. El controlo será con carácter informativo. El domingo siguiente sólo podrán entrar los 75 ambulantes que tienen autorización.

A todos los vendedores la Policía les pedirá que se identifiquen y que muestren el permiso de venta antes de acceder al Campillín. Además, el horario de entrada de furgonetas se limita de 7.00 a 8.30 horas; hasta ahora podían acceder hasta una hora después. Una vez descargadas las furgonetas tendrán que salir del parque, y, posteriormente, montarán los puestos.

Otra de las medidas que adoptará el Ayuntamiento es la de decomisar la mercancía a los que intenten vender sin autorización. Ricardo Fernández también anunció en el transcurso del encuentro que los puestos que actualmente están en los pasillos, y que por lo tanto dificultan el tránsito de las personas, serán reubicados. Pintar las marcas de los puestos para delimitarlos y evitar de esta manera que algún vendedor se coloque al margen de los autorizados fue otra de las medidas anunciadas por el concejal.

Basura del suelo

Otra de las quejas más frecuentes, tanto de la asociación "Rastro del Fontán" como de los vecinos, es el de la gran cantidad de basura que queda repartida por el suelo tras el rastrillo, problema que si se cumplen las promesas ya tiene solución.

El Ayuntamiento anunció ayer que colocará un camión de basura en el Campillín para que los vendedores puedan depositar en él todo lo que les sobre. De esta manera, ni los vendedores ilegales ni ninguna otra persona podrá rebuscar, como hacían hasta ahora, entre los contenedores.

Más aún, cada vendedor se tendrá que hacer responsable de la limpieza de su parcela, y en el caso de que no lo haga será sancionado y no podrá volver a poner ningún puesto por un periodo aún por determinar. "Tenemos mucha esperanza en que gran parte de lo acordado se cumpla, dado que llevamos muchísimo tiempo pidiendo un control exhaustivo, y si la dotación y control policial es el prometido estoy segura de que será un éxito y el rastro volverá a ser como antes, es decir, normal. Ganaremos todos: Ayuntamiento, visitantes, vendedores y vecinos", explicó a este periódico tras la reunión Mónica Junquera de la Vega, que actuó como portavoz de la asociación "Rastro del Fontán".