El obispo de Astorga y exauxiliar de Oviedo, el asturiano Juan Antonio Menéndez, reclamó ayer que el gobierno de España persevere en su "intención de acoger los 17.000 refugiados a los que en su día se comprometió", una tarea que, obviamente, sería contradictoria con el recién pactado acuerdo entre la UE y Turquía para desviar a este último país a las personas que huyen de sus países y aspiran a vivir en Europa.

En consecuencia, Menéndez, que es miembro de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE), se sumó a la "recogida de firmas para pedir al gobierno en funciones del Reino de España que no ratifique ese acuerdo".

Las peticiones del obispo surgieron durante la charla que ayer ofreció en la parroquia de San Juan el Real, dentro de su ciclo de conferencias cuaresmales. Juan Antoni Menéndez desgranó los principios que guían a la Iglesia católica para proteger y mediar por toda persona desfavorecida. "San Juan XIII afirmaba ya en la encíclica 'Pacem in terris' (1963): 'Todo ser humano tiene derecho a la existencia, a la integridad física, a los medios indispensables para un nivel de vida digno, especialmente en cuanto se refiere a la alimentación, vestido, vivienda, descanso, atención médica y a los servicios sociales'".

Y refiriéndose al Papa actual, Francisco, resaltó su discurso del pasado enero al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y en el que "lamentaba que no estén incluidos en la protección internacional aquellos que escapan de la miseria extrema, al no poder alimentar a sus familias ni tener acceso a la atención médica y a la educación", Personas que también huyen "de la degradación, porque no tienen ninguna perspectiva de progreso, o de los cambios climáticos y las condiciones climáticas extremas".

Respecto al tratado en ciernes, Menéndez relató que sus compañeros de la citada comisión dieron la voz de alarma cuando se negociaba "con inmenso dolor ante las tragedias humanitarias que afectan a emigrantes y refugiados". También recapituló que la Iglesia española tiene ya dispuesta residencia para esas personas en Getafe, Palencia, Cataluña, Baleares, Cádiz, Cartagena, León, Soria, Sevilla o Valencia, así como "instalaciones de las que disponemos en la capital y en algún otro lugar de la provincia de Zamora. Eso por parte de la diócesis de Astorga, que se suman a las iniciativas "de instituciones y de cristianos particulares en la diócesis de Oviedo".