El doctor José Ángel Rodríguez Getino preside la Junta de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de Oviedo desde el pasado mes de septiembre. En esta entrevista habla de las desavenencias con el Ayuntamiento, de ilusiones y de sus objetivos.
-¿Cómo lleva esta Semana de Pasión que le tocó vivir?
-Con mucha ilusión y empeño. A pesar de todo lo ocurrido con el Ayuntamiento seguimos adelante para que la Semana Santa de Oviedo siga siendo la de los últimos años, y si es posible con más participación y que salga aún mejor que las anteriores. En cuanto logremos este objetivo, al día siguiente comenzaremos a preparar, con el Ayuntamiento o sin él, la del próximo año.
-El Arzobispo en su pregón no se anduvo por las ramas.
-Dijo las cosas claras y como las sentía.
-¿Pero qué fue lo que pasó?
-No lo sé. Cuando se formó la nueva junta directiva de las hermandades fuimos al Ayuntamiento, como se hace siempre, para decir al Alcalde "aquí estamos para trabajar por la Semana Santa". Hasta ahí bien, nos dijo que sin problemas.
-¿Y cuál fue el pero?
-Llegó después, cuando solicitamos las subvenciones para la Semana Santa, que incluso lo hicimos antes que otros años, en noviembre. Ante la falta de respuesta hablamos con el Alcalde y nos dijo que de la subvención nada porque era una ayuda directa. No estoy de acuerdo, además, justificamos hasta el último euro.
-Tampoco hubo ayuda para el cartel anunciador de la Semana Santa.
-Es siempre el ganador del concurso que organiza la Junta de Hermandades, y por las bases de este concurso el cartel pasa a ser de nuestra propiedad. Pero lo que hicieron fue imprimir el cartel con el logotipo del Ayuntamiento y el nuestro no aparecía. Manifestamos nuestra disconformidad y aprovecharon la ocasión para decirnos que, además, el folleto de las procesiones no se imprimiría.
-¿Qué alegaron?
-Que salía el Arzobispo y se anunciaban las misas del mes; lo que no era así, porque sólo aparecían los actos de culto que se celebrarán en la Catedral. En los folletos siempre salieron el Arzobispo y el Alcalde, pero este año el segundo no apareció porque no quiso. Al final, nos quedamos sin folleto.
-También está la prohibición a los policías y a los bomberos de salir en las procesiones.
-Lo único que consiguen es deslucir las procesiones, igual que con la prohibición de que los Estudiantes lean la Sentencia desde un balcón del Ayuntamiento.
-¿Se resentirán las procesiones por la pérdida de ayudas económicas municipales?
-En absoluto. Lo único que nos preocupa es que no llueva, no lo que haga el Ayuntamiento. Cada cofradía recibía poco más de tres mil euros y la Junta de Hermandades lo justo para organizar la procesión del Resucitado y el concurso de fotografía.
-¿Transmitió algún mensaje nuevo al tripartito?
-Que me gustaría que reconsideraran la situación, que piensen lo que suponemos para Oviedo. Para miles de personas, la Semana Santa es una manifestación en la calle de un sentimiento religioso. Esta celebración es muy importante para muchos ovetenses por la fe, y para otros por poder contemplar el arte religioso de nuestros pasos; sin olvidar la importancia económica que tiene en el sector turístico de la ciudad.
-¿Ha creado un efecto rebote la disputa con el gobierno local entre quienes sienten la Semana Santa?
-Sólo un dato. En ningún año hubo tantas nuevas inscripciones a la cofradías como en éste. Es evidente que hubo un revulsivo.
-¿Qué significa ser presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías?
-Una gran responsabilidad porque represento a muchas personas que quieren lo mejor para nuestra Semana Santa, cada uno desde su punto de vista, y la función del presidente es hacer todo lo que pueda para que la Semana Santa salga adelante, y unificar criterios para conseguir la unidad y un principio de acción. Si logramos que la Semana Santa siga adelante a pesar de todos los tropiezos será una satisfacción enorme.
-¿Alguna singularidad de nuestra Semana Santa?
-Una muy importante. Alrededor de la Semana Santa se montan muchas cosas, pero siempre subyace el punto de vista religioso. En Oviedo se está cogiendo la tradición de ir detrás de las procesiones, al contrario de lo que ocurre en otras ciudades con mucha más tradición.
-¿Habla del calado religioso?
-En Oviedo está siendo tan importante que la gente participa en ellas. No se conforman con ser espectadores como en algunas ciudades castellanas donde la gente va sólo a ver pasar las procesiones. En Oviedo van detrás de los pasos, y esto quiere decir algo.
