Había que hacer algo con la bandera europea para censurar la política con los refugiados, pero nadie tenía muy claro el qué.
Si empezamos por el final, por lo que se decidió ayer, la historia queda así: la bandera de la Unión Europea (UE) deja de ondear en el Ayuntamiento de Oviedo tras un acuerdo del tripartito local (Somos, PSOE e IU). El gobierno decide atarla con una cinta y colocará en la fachada una pancarta a favor de los refugiados. Se trata de un gesto simbólico del gobierno para mostrar el rechazo del acuerdo de la UE con Turquía sobre la expulsión de los refugiados.
Si empezamos por el principio, por lo que sucedió el jueves, que fue cuando se coció todo el asunto, la historia alumbra una jugosa escena en una comisión del Ayuntamiento con debate entre los socios, ideas improvisadas, búsquedas a tiempo real en internet, la oposición frotándose los ojos, el consenso que no llega y la decisión aplazada.
Lunes, 12.30 horas. IU ultima la redacción de una moción proponiendo la retirada de la bandera europea del Ayuntamiento. La medida se está tomando en otros consistorios españoles y Oviedo "no se puede quedar atrás". La coalición, astuta, se adelanta a Somos en ese juego que libran ambos por sonar más fuerte en estos temas, y presenta la moción. Se debatirá en la comisión de Economía del jueves.
Jueves, 13.00 horas, comisión de Economía. A la mesa, representantes de los cinco partidos de la Corporación. Toca debatir la propuesta de IU. El edil comunista, Iván Álvarez, explica la moción: retirar la bandera cuanto antes. Somos está de acuerdo. Pero no se vota. No todavía. El PSOE ha preparado una enmienda. Y la explica. Dice que hay que hacer algo con la bandera, pero que eso de quitarla que no, que no es legal. Que no puede ser.
Hay que hacer algo con la bandera. En eso están de acuerdo el tripartito y Ciudadanos. El PP se abstiene. Se abstendrá en todo.
Llegan las propuestas. El PSOE plantea atar la bandera a su mástil con una cinta para que deje de ondear. IU se mantiene en sus trece: retirarla del balcón municipal. Somos, que en el fondo quiere eso, ablanda su postura para llegar al consenso: propone poner un crespón negro a la enseña.
Alto. Fernando Fernández-Ladreda, edil popular, que asiste a la escena, interviene. Acaba de buscar en internet desde su móvil lo del crespón y dice que no se puede. Que está prohibido. El crespón se va a la basura.
Sobreviven dos opciones. La de atar la bandera y la de retirarla. El PSOE no quiere quitarla, pero quiere hacer algo. IU quiere retirarla, pero le valdría también hacer algo. Pero en serio.
Sigue el debate. Es tranquilo, sin voces. Los socios suelen comportarse delante de la oposición.
Se vota la enmienda del PSOE. La de no quitarla, pero hacer algo: a favor tripartito y Ciudadanos, en contra nadie, abstención la del PP. Algo se hará, pero ya se verá. La decisión, al día siguiente, viernes, en Junta de Gobierno.
Viernes, 11.00 horas. Junta de Gobierno. Tema de la bandera. El PSOE insiste: no se quita. IU y Somos aceptan. Y aparece lo nuevo: colocar una pancarta a favor de los refugiados. Se busca por internet. Y se ve una en tonos verdes con el lema: "Bienvenidos Refugiados. España". Se comenta cambiar el España por Oviedo. No se sabe si es la oficial, ni si quiera si hay una oficial, pero es la que se usa en otros sitios. Nada más abandonar la Junta de Gobierno, la edil María Luisa Ponga va directa a encargarla. Y le dice a alguien que amarre la bandera azul de las estrellas ¿Quién lo hace? "El viento", dice un concejal. "El viento también está enfadado con la UE".
La bandera ya no ondea. Toca fotografiar el balcón. Y subirlo a Facebook. Lo hace el edil socialista Diego Valiño con el siguiente mensaje: "La bandera de la UE no ondeará por nuestro rechazo al Pacto de la Vergüenza con Turquía". Y en estas lo ve Jonás Fernández, que también es socialista pero eurodiputado. Y le contesta: "La que deberías quitar es la española. Es el gobierno español junto al resto de sus colegas quienes toman decisiones contra los valores de la Unión (...). Estoy profundamente disgustado de esta confusión que solo alimenta nacionalismos". Y tres admiraciones. Sin mal rollo.
