"Un Gobierno con Pablo Iglesias sería el peor de los mundos posibles"

-¿Cómo un sociólogo acaba inmerso en la filosofía?

-La misma constitución del pensamiento filosófico implica un conocimiento de la totalidad. La filosofía permite una concepción general del mundo, lo que es fundamental.

-¿Y cómo se acerca al materialismo de Gustavo Bueno?

-Es curioso... No lo conocía, pero buscando una conferencia sobre la idea de nación me encontré en Youtube con la charla de Gustavo Bueno "Nación de naciones". Me quedé sorprendido ante el rigor y la potencia del materialismo de don Gustavo. A partir de ahí empecé con sus obras más sistemáticas.

-¿Cómo se puede aplicar el materialismo a la sociedad actual?

-La Escuela de Filosofía de Oviedo y el materialismo filosófico representan una forma de pensamiento rigurosísimo. Es el ejercicio constante de la razón. Como ejercicio en la vida cotidiana, el materialismo representa una vocación por conocer y por ejercer un uso riguroso de la razón.

-¿Se está haciendo un uso riguroso de la razón?

-Todo lo contrario. Lo que hoy tenemos en todo el mundo es un desbocamiento del relativismo y de indefiniciones. Por ejemplo, cuando se pregunta qué es la democracia es brutal la cantidad de indefiniciones que se pueden responder. Es desastroso. Estamos en un estado deplorable. Se ha perdido todo canon, todo orden en el pensamiento. Se va dando tumbos.

-¿Tenemos políticos que no son demócratas?

-Todo lo contrario. A lo mejor son demócratas y ese es el problema (risas).

-¿Puede explicarlo?

-Sólo era un ejemplo para decir que no se busca, no se inquiere, no se investiga. Se usan conceptos sueltos, ideas que no se desarrollan hasta el final. Y el materialismo filosófico representa pensar hasta sus últimas consecuencias, hasta llegar a incomodar a otros y a lo establecido.

-¿Y esto molesta?

-Hoy en día el ejercicio de la razón molesta, y mucho. Incluso en las universidades. Todo es relativo, no hay verdades, y encima no importa.

-¿Culpa del individuo o del sistema?

-Todo. Cuando cae la Unión Soviética surgen un montón de corrientes, sobre todo francesas, como el postmodernismo, que representan la quiebra del pensamiento occidental. Es muy peligroso revitalizar todo. Es un delirio considerar bueno que no se entienda nada. Y los medios de comunicación en esto son terribles, sobre todo la televisión. Yo soy defensor de los diarios escritos. Por las mañanas no puedo pasar sin mi periódico. Que conste que conozco LA NUEVA ESPAÑA.

-¿Y además?

-Es un asunto generacional. Mi generación me avergüenza, no me siento para nada identificado con ella, es un desastre. Siguen la corriente del pensamiento débil de los postmodernos. Se caen los grandes relatos y se va a buscar lo fragmentario, los pedacitos de aquí y de allá.

-En este mundo del que habla, el de internet, Google... ¿hay sitio para la filosofía y las ciencias sociales?

-Sí. Es paradójico porque yo conocí a don Gustavo por Youtube. Internet es una biblioteca gigante. Borges, que tenía la idea de la biblioteca gigante, se hubiera vuelto loco con internet. Puede ser una plataforma gigantesca para el conocimiento. El problema es que en esta época, cuando el hombre podría ser prácticamente sabio porque lo tiene todo a su alcance, resulta ser cuando es más ignorante. Es una aberración. La gente no debe alejarse al escuchar la palabra filosofía porque es el ejercicio cotidiano de la razón. No se puede vivir en el mundo alejado de la forma de entenderlo.

-¿La crisis va de mano de la corrupción o es a la inversa?

-Entiendo corrupción como degeneración, como algo que deja de ser. Cuando don Gustavo habla de la corrupción en España lo hace del riesgo de que eclosione en país.

-¿Y la corrupción al uso?

-Puede ser un motivo para que eclosionen las naciones. Es grave. Es parte de la degeneración del estado.

-¿Cómo ve la situación política en España?

-Triste. Se ven señales que aparecen poco a poco y luego se van desbocando. Se empieza por la corrupción de un concejal, luego el portavoz del partido... Y al final no hay quien lo pare. Fue lo que ocurrió en México.

-¿Y a Podemos?

-Es realmente desastroso. Hay algo curioso: hay quien piensa que en la Escuela de Filosofía de Oviedo somos de derechas, casi de extrema derecha. Y es todo lo contrario. Lo que nos preocupa es que se mantenga la unidad de la nación. Esto es lo fundamental. En México algunos sectores de la izquierda ven a Pablo Iglesias como un ejemplo, como la nueva izquierda. Podemos ve como una alternativa a los gobiernos de América del Sur. Pero son realidades totalmente distintas. Es una izquierda sin rumbo que no sabe hacia dónde va.

-¿Por qué?

-Cuestiones como los derechos de gays y lesbianas o el aborto no son criterios para decir si uno es de derechas o de izquierdas. La cuestión central es cuál debe ser el papel del estado en la economía. Y esto se obvia. Pablo Iglesias representa una izquierda extraviada y con una pésima lectura de la realidad. Deben entender que debilitar al estado es debilitar a todo el territorio español. Países con este problema son más fáciles de controlar. Por eso Estados Unidos está a favor de ciertas secesiones en España. A los imperios les conviene que los países de la periferia sean débiles para poder dominarlos mucho mejor.

-Entonces considera que un gobierno con Pablo Iglesias...

-Sería el peor de los mundos posibles. Con la economía no se juega. Pablo Iglesias es la antisolución. Lo que hace falta es un gobierno que garantice la unidad nacional, que inicie un programa de reindustrialización y, de forma indudable, que mejore las condiciones sociales. Hay que saber lidiar con los organismos financieros y la Unión Europea.

-El caso de Grecia...

-Pues llega Tsipras, no se atreve hacer nada y acaba aplicando el programa del Fondo Monetario. En España es fundamental un gobierno de unidad nacional.

-¿Es partidario del gran pacto PP-PSOE?

-No, porque el PSOE con eso del federalismo no garantiza la unidad de España. Y son los que vendieron Endesa: ¿dónde quedó el socialismo? Y el PP ha perdido sus principios. Esos pactos sólo sirven para continuar con la decadencia. Todo vale para resistir en el poder. Hace falta una fuerza política que no existe, que nadie representa y que hace falta construir.

-¿Qué le parece la Fundación Bueno y las actividades que organiza?

-La Escuela de Filosofía de Oviedo es la Academia de Platón, es la Atenas del siglo XXI y don Gustavo es Aristóteles. Desde Hegel no ha existido un hombre que articulara todo un sistema filosófico como lo ha hecho don Gustavo. Es inconmensurable lo que representa el materialismo filosófico y la Fundación Bueno.