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El jinete avilesino Álvarez Moya, exyerno del dueño de Zara, quiere gestionar El Asturcón

Moya estudia llevar su cuadra al hípico de la mano de Urbaser y se reunirá en los próximos días con el tripartito

Sergio Álvarez Moya. JUAN PLAZA

El jinete avilesino Sergio Álvarez Moya, exyerno del empresario gallego Amancio Ortega (propietario, entre otras, de la firma Zara), ha aparecido de repente en la órbita del centro ecuestre El Asturcón. Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, Álvarez Moya quiere participar en la gestión del hípico y estudia llevar allí su cuadra de caballos para mantenerlos y entrenarlos. El jinete ya ha trasladado su interés al tripartito local (Somos, PSOE e IU), que espera su llamada para concretar una reunión en la que se determinarán tanto los detalles de la propuesta como la capacidad de maniobra del gobierno.

Según diversas fuentes consultadas, Álvarez Moya vería con buenos ojos la continuidad al frente de las instalaciones de Urbaser, la empresa que gestiona el centro desde hace años y a la que el gobierno concedió la semana pasada una prórroga hasta mayo. De hecho, se espera que a la cita entre el jinete y el tripartito acudan también representantes de la empresa y que ésta se produzca en los próximos días.

El Alcalde había exigido a sus dos socios, Somos e IU, que definieran su propuesta para El Asturcón esta misma semana, pero el interés del jinete avilesino retrasó los plazos. El regidor quiere agotar todas las posibilidades de ceder la gestión de las instalaciones a una empresa privada, aunque es consciente de que es un escenario difícil. Hace dos semanas, López mantuvo contactos con empresarios tanto de Mijas (Málaga) como de Almería, como adelantó este periódico, pero las propuestas nunca se llegaron a plasmar por escrito y, además, sus peticiones eran "a la carta", cuestión que generó la desconfianza del tripartito, que terminó por descartar cualquier posibilidad de acuerdo.

El avilesino genera confianza

Sergio Álvarez Moya (31 años) genera más confianza en el seno del gobierno local. Es un jinete de reconocido prestigio, asturiano y con gran conocimiento en el mundo de la hípica. Fue campeón del Europa en categoría juvenil, disputó campeonatos del mundo, consiguió éxitos en pruebas de alto nivel y forma parte del equipo español de Copa de las Naciones. Educado en el colegio avilesino de San Fernando, ganó popularidad al casarse, en febrero de 2012, con Marta Ortega, hija de Amancio Ortega, dueño de Inditex. Ambos, que tienen un hijo en común, se separaron en 2015. Además, Álvarez Moya ya manifestó en más de una ocasión su deseo de vivir en Asturias y montar un club hípico en la región. Así lo reconocía a este periódico el pasado mes de agosto, donde matizaba que un impedimento para vivir en Asturias era que no tenía vuelos internacionales. Paralelamente, y según informó ayer el diario "El Mundo", el avilesino ha adquirido una finca en la zona de la Moraleja, cercana a Barajas (Madrid) que quiere convertir en un centro hípico.

A pesar de que está pendiente del planteamiento del jinete, por si pudiera resultar atractivo y viable, el tripartito ya tiene los nuevos plazos encima de la mesa. Los tres socios de gobierno deberán exponer su idea sobre el hípico esta semana que entra. Deberán elegir entre alguna de las opciones contempladas por el Alcalde, que es partidario, si no se puede solucionar por la vía privada, de mantener abierto el hípico con la hipoterapia y el alquiler de los boxes a los usuarios. Esta posibilidad obligaría al gobierno local a elaborar una ordenanza que regulara el alquiler y ese documento tardaría en sacarse adelante unos seis meses. Durante este tiempo, el Ayuntamiento tendría que hacer nuevas prórrogas a Urbaser o, en su caso, asumir la gestión.

De hípico a camping

Esta opción, la de la hipoterapia más el alquiler a los usuarios, no disgusta ni a Somos, ni a IU ni tampoco a los propios usuarios. Los podemistas, no obstante, son más reacios a conceder más prórrogas a Urbaser que los comunistas. Ambos, sin embargo, verían esta opción como una solución provisional para el centro, una forma de ganar tiempo para estudiar, más a largo plazo, otras alternativas.

En este contexto, el concejal de Somos Rubén Rosón ya planteó en su día que una opción sería, si la ley lo permitiera, destinar los terrenos a festivales de música y centro de aventuras y acampadas, aunque en el seno del tripartito hay pensadas otras opciones cuya viabilidad todavía no se ha estudiado.

El centro ecuestre, la obra estrella del exalcalde Gabino de Lorenzo (PP), costó 24 millones de euros y fue inaugurado en el año 1999. Con la crisis, los usuarios fueron decreciendo hasta convertirse en un "marrón" para el Ayuntamiento, como reconoció el propio Wenceslao López, que ya en verano lo calificó como "regalo envenenado" del PP. Desde que llegó al poder en Oviedo, López ha tratado de encontrar una solución para el hípico, por el que se han interesado desde varios frentes.

Primero fue el Real Oviedo, en septiembre, quien contactó con el tripartito para escrutar la posibilidad de llevar allí su ciudad deportiva. Fueron varias conversaciones que no cuajaron pese a que el presidente del club, Jorge Menéndez Vallina, llegó a ir a visitar las instalaciones. El enfriamiento de las relaciones entre el club y el Ayuntamiento, especialmente por el mantenimiento del Tartiere, alejó la posibilidad de llegar a buen puerto el asunto. De hecho, el club azul no presentó oferta al concurso de explotación que quedó desierto el pasado mes de febrero.

Que el concurso quedara desierto fue un revés para el Alcalde, que había asumido en solitario la tarea de buscar una solución para el centro. López llegó a recibir el interés de hasta 20 empresas nacionales e internacionales, como él mismo anunció, entre ellas un jeque árabe a través de personas de confianza. Ninguna sociedad se animó a aceptar unos pliegos de condiciones que el interventor municipal, de forma inesperada para el tripartito, reparó hasta en tres ocasiones, lo que, de alguna manera, enquistó la situación.

López siempre ha mantenido un perfil bajo en este asunto y siempre se ha propuesto no hablar del hípico hasta que tuviera una solución atada. Ahora le ha salido la posibilidad de Sergio Álvarez Moya que, como hizo con otras, escuchará por si pudiera ser viable.

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