"Asturias, durante la Guerra de Sucesión, se mantuvo fiel al Felipe V. La capilla del rey Casto, el primer panteón real de España, se puede explicar en el marco de esa guerra como un apoyo simbólico al rey Borbón", señala el historiador Vidal de la Madrid para justificar la presencia de los bustos de los reyes asturianos Alfonso I, Alfonso II, Ramiro I y Ordoño I en las cuatro pechinas.

Como tónica general, en las capillas figuran los evangelistas, indica De la Madrid, para resaltar que en la de la catedral ovetense aparece, "además, el escudo de Felipe V, no el real". Al observar dichas imágenes, añade, "da la sensación de que el soporte del nuevo rey son los monarcas de España; es decir, la legitimidad es absoluta. Desde Asturias se ha hecho un apoyo a la causa de Felipe V".

En cuanto a la Guerra de Sucesión, apunta el estudioso avilesino, "se planteó como una batalla religiosa y de legitimidades y fue la primera ocasión en la que se desarrolló una enorme maquinaria de propaganda por parte de los dos bandos". Cada uno, comenta, intentaba proyectar las ventajas que tenía sobre el otro. "Carlos de Austria creía que tenía más legitimidad porque la familia se había mantenido en los últimos tiempos en la corona española. Felipe, por su parte, tenía un arma muy poderosa en sus manos: a Carlos le apoyaban Inglaterra y Holanda, con coronas no católicas".