La Policía Local de Oviedo centrará sus intervenciones en las zonas de ocio nocturno del casco viejo de la ciudad en el control de la tenencia de armas blancas, para evitar nuevos apuñalamientos como los de los tres últimos fines de semana. Además, según explicó ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, los efectivos de la Policía Local velarán por el cumplimiento de la ordenanza de convivencia ciudadana y la observación de las licencias, aforos y horarios de cierre de los establecimientos hosteleros de la zona.

"Salgo bastante contento de la reunión, porque el criterio de colaboración, más que auxilio, quedó muy claro. Vamos a apostar por la intensificación de una buena relación que ya existía entre los dos cuerpos de seguridad, el de la Policía Nacional y el de la Policía Local", detalló Ricardo Fernández al término del encuentro con los mandos policiales en la Comisaría de General Yagüe. " La seguridad es cosa de todos", añadió.

"Por parte del Ayuntamiento vamos a seguir trabajando en la misma línea. Lo que nos planteamos es el control de situaciones puntuales, como el porte de armas blancas, que nos preocupa mucho después de los últimos sucesos", señaló el edil de Seguridad Ciudadana. "También vamos a comprobar el cumplimiento de las licencias de los locales, aforos y horarios de cierre. Esto lo haremos centrándonos en los espacios más conflictivos, que tenemos perfectamente identificados", manifestó.

Ricardo Fernández también detalló que el trabajo que tienen por delante la Policía Nacional y la Policía Local no será cosa de un día, sino que ofrecerá sus resultados a lo largo del tiempo. "Se trata de algo gradual, habrá que ir viendo, sin precipitarse, sin criminalizar a nadie", aclaró el concejal de Seguridad Ciudadana.

Hace poco más de un mes, tras los incidentes generados por el gran "botellón" de Carnaval en las calles del casco viejo, Ricardo Fernández puso en marcha un operativo policial para erradicar el botellón de la zona. Sin embargo, desde un primer momento dejó claro que las medidas policiales no deben ser las únicas que se lleven a cabo para atajar los problemas de convivencia en el Oviedo Antiguo.