Una "superpatrulla" especializada de avezados agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) del Cuerpo Nacional de Policía entrará en el Antiguo a partir de este fin de semana para "barrer" la delincuencia. Es una de las medidas adoptadas ayer en una reunión entre el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, y diversos mandos de la Jefatura Superior de Policía en Asturias para poner fin al repunte de la violencia en el casco viejo tras cuatro apuñalamientos en los últimos tres fines de semana. "Vamos a llevar más efectivos a las calles, ser menos laxos y más rigurosos en la aplicación de la ley de Seguridad Ciudadana", indicaron fuentes policiales a LA NUEVA ESPAÑA al término de la reunión. La Jefatura Superior de Policía espera que estas actuaciones sirvan de "prevención" y también como "escarmiento" a los delincuentes "para evitar nuevos conflictos".

Se da la circunstancia de que los agentes de la UPR que entrarán en el Antiguo son los mismos policías uniformados que ya actuaron en la zona hace un par de años en un "punto negro" de la calle Mon hasta conseguir erradicarlo. Los hosteleros de la zona aún hablan de su efectividad. "Son muy buenos. No se andaban con tonterías, a cada uno que veían sospechoso lo ponían contra la pared. En un par de meses limpiaron todo y aquel bar acabó cerrando", asegura un hostelero de la zona vieja de la ciudad. "Tengo un amigo de fuera que vino de visita un fin de semana, iba por la calle y también lo pusieron contra la pared. Dijo que no volvía más a Oviedo", explicó el mismo hostelero para ilustrar la rigurosidad de su intervención.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía explicaron también que la Comisaría de Oviedo cuenta con uno de los 72 grupos operativos que integran estas unidades especializadas en España. Entre sus misiones se encuentra el mantenimiento del orden y la prevención de la delincuencia. De este modo, las Fuerzas de Seguridad recurren a ellos para montar dispositivos policiales o actuaciones singulares ante un eventual crecimiento de determinadas actividades delictivas, o también, como en sucede ahora en el Antiguo, para realizar un despliegue como consecuencia de la detección de "puntos negros". La prevención, el mantenimiento y el restablecimiento del orden público también forma parte de su cometido.

Asimismo, según ha podido confirmar este periódico, además de los efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción, la Jefatura Superior de Policía en Asturias no descarta enviar también los fines de semana al Antiguo como refuerzo a agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), conocidos popularmente como antidisturbios, como apoyo, en caso de que fuera necesario.

En cualquier caso, el despliegue de unidades especializadas en la zona se complementará con la presencia general de más policías en las calles de Oviedo este fin de semana y los sucesivos hasta mejorar la situación. Esto se realizará de forma coordinada con la Policía Local, que también desplegará más efectivos para prevenir que se repitan incidentes como los de los últimos fines de semana.

La Jefatura Superior de Policía quiere completar su apoyo al Ayuntamiento de Oviedo en esta situación con la organización de una reunión del delegado de Participación Ciudadana con los colectivos vecinales del Antiguo. El encuentro, aún sin fecha, servirá para informar a los residentes de las actuaciones policiales desarrolladas y mejorar su percepción de seguridad.

Los últimos altercados en el Antiguo llevaron al concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, a solicitar una reunión con la Policía Nacional para buscar soluciones ante lo que considera "un problema de orden público". El primer incidente tuvo lugar el fin de semana del 13 de marzo en la calle Mon, cuando dos chicos fueron víctimas de un robo: a uno le propinaron un golpe y al otro lo agredieron con un arma blanca. El fin de semana siguiente, el del 19 y el 20 de marzo, se produjo una pelea en el entorno de la plaza de Riego, que terminó con un apuñalamiento en la calle del Peso.

Los otros dos incidentes tuvieron lugar la semana pasada, en pleno puente de Semana Santa. En el primero de ellos, el portero de un establecimiento de ocio nocturno en la calle San Antonio terminó herido tras ser apuñalado cerca del corazón. La agresión se produjo después de que el chico, de 25 años, llamase la atención a dos jóvenes que estaban consumiendo cocaína en uno de los baños del local. Como respuesta recibió la puñalada. El último altercado sucedió el pasado domingo por la mañana cuando una pelea en el casco antiguo, en el entorno de las calles Postigo Alto y Paraíso, dejó tres heridos de diversa consideración y otros tantos detenidos. Los sucesos se produjeron sobre las nueve y media de la mañana y arrancaron en el interior de un bar de la calle San José. La trifulca entre las dos bandas rivales (de jóvenes ecuatorianos y marroquíes) prosiguió en la calle, donde todo se complicó, puesto que acabaron a navajazos.

La Policía Nacional y la Policía Local intervinieron de forma conjunta en la resolución de los cuatro incidentes y lograron detener a los ocho presuntos responsables de las agresiones violentas.