"Lo conozco de siempre y nunca lo vi enfadado". Así recordaba a Eloy Palacio, el bombero fallecido el jueves a los 55 años en el incendio de la calle Uría, uno de sus amigos en la capilla ardiente instalada ayer en el tanatorio de Pola de Siero. Un velatorio por el que pasaron compañeros, vecinos y políticos que trataron de consolar a una familia que muchos encontraron "destrozada" por la inesperada tragedia.

Entre los que pasaron a dar ánimos estuvo el alcalde de barrio de La Carrera, Pedro Luis González, que destacó la nobleza del que fuera su amigo de infancia y vecino de Mudarri, pese a ser seis años mayor que él. "Era una persona exageradamente amable y siempre predispuesta a ayudar", comentó un González todavía sobrecogido por la tragedia ocurrida en la calle Uría. "Me extrañó porque era muy experto", apuntó a la vez que destacó el hecho de que estuviera en el interior del edificio", a pesar de que era su día de descanso. "Todo lo hizo por colaborar", sentenció el amigo. Hoy no faltará al funeral, a las 13 horas, en la iglesia de San Pedro, en Pola de Siero.

También pasaron por el tanatorio muchos bomberos de distintos parques que quisieron expresar su solidaridad. "Es un compañero y creímos conveniente estar aquí acompañando", indicaron efectivos de Gijón, que achacaron la pérdida a una cuestión de azar. "Uno murió y otro nació", dijeron en relación al otro bombero herido en el incendio.

Muy nutrida fue también la representación política, que estuvo encabezada por el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez. Antes ya habían pasado por el velatorio el alcalde de Siero, el socialista Ángel García, acompañado por el secretario de Organización de la FSA, Jesús Gutiérrez, que recordó que el fallecido era, "un servidor público y afiliado al PSOE de Siero". A ellos se sumaron el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, y el exregidor ovetense, Antonio Masip, que fue de las primeras personas en dar el pésame a la familia.