"'La Diosa Blanca' es el libro más importante e influyente de mi padre, Robert Graves, y marca un antes y un después en su obra". Así lo afirmó ayer su hijo, albacea literario y traductor, William Graves, en la conferencia que pronunció en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, en un acto organizado por Tribuna Ciudadana.

Javier Gámez fue el encargado de presentar al conferenciante y al autor de "La Diosa Blanca", del que dijo que es uno de los mejores escritores del siglo XX y que su libro es también "uno de los más extraordinarios de este periodo".

Después, William Graves comenzó su relato apasionado lleno de humor y de datos biográficos únicos y rigurosos, por haber vivido muchos de ellos en primera persona. Su acento mallorquín desveló la infancia vivida en la localidad de Deiá, y los largos periodos de estancia que pasa en la isla balear.

"Si 'Yo, Claudio' lo sacó de la penuria económica y le sirvió para crear un nuevo estilo de novela histórica, 'La Diosa Blanca' la consideró como una revelación", afirmó. Sobre ese último libro dijo también que "fue una aventura de investigación histórica sobre los mitos de medio mundo, al tiempo que una velada autobiografía".

No obstante, William Graves afirmó que lo más importante es que "La Diosa Blanca" es un libro "de poesía para poetas, y hoy un libro de culto". Una obra en la que el autor se identifica con el dios del Año Creciente.

Su hijo William dedicó un año a traducirlo y a corregir numerosos errores, más otro año dedicado al índice. Ayer precisó que "la traducción es muy importante en un libro de estas características" y que incluso "hubo quien lo tradujo como un poema, pero no es eso, es un libro para poetas", insistió.

Resumiendo, "La Diosa Blanca" es un tratado inverosímilmente escrito sobre literatura, dioses, héroes, y tumbas; rosas y espinas, nombres y pronombres, el Olimpo y los infiernos. "Es el testamento poético de Robert Graves y la clave para entenderlo a él y a su poesía, y trata de cómo piensan los poetas", concluyó.