La juez del "caso Pokémon", Pilar de Lara, investigará el robo que sufrió en su despacho del Ayuntamiento la primera teniendo de alcalde ovetense, Ana Taboada (Somos) y que desveló LA NUEVA ESPAÑA el pasado 3 de abril. La instructora del caso de presunta corrupción en las adjudicaciones de la gestión del agua en diversas ciudades españolas reclama en una providencia del pasado día 6 "las publicaciones periodísticas sobre el robo" en el despacho de la líder de Somos. El documento de la juez, al que ha tenido acceso este periódico, pide además que se libre oficio al Ayuntamiento para que Ana Taboada dé cuenta de los pormenores del robo, algo que ya hizo ante la Policía en enero. La instructora del "caso Pokémon" quiere conocer de primera mano la fecha y el lugar del robo, qué documentos fueron objeto de la sustracción, si faltan expedientes o material que afecte a las diligencias de "Pokémon" y que Taboada "informe sobre todas las cuestiones de las que tenga conocimiento" y que puedan afectar a la causa que De Lara instruye en Lugo.
Con todo esto, la juez reclama, por tanto, información sobre los "anónimos clave" para entender el "caso Pokémon" y "a quién salpica en Oviedo" dentro de la trama del agua.
Tras el robo, Ana Taboada echó en falta de su despacho una carpeta que tenía bajo llave en un armario de su despacho. Dentro había una copia del expediente administrativo del caso, anotaciones de Taboada, informaciones relativas a personas implicadas y otras aportaciones que Somos había ido recibiendo acerca del caso. La primera teniente de Alcalde guarda copia, o fotografía de la mayoría de documentación, unos datos que le resultaron de utilidad a la hora de afrontar el proceso judicial, donde está personada como acusación popular.
Un caso en el que presuntamente estaría implicado el exalcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, que recientemente declaró ante la juez en calidad de investigado, además de otros miembros del PP asturiano, como el exedil gijonés Manuel Pecharromán y Joaquín Fernández. La juez investiga si este último pagó viajes a Caunedo a cambio de trato de favor hacia una filial de la empresa Aquagest para la que Fernández trabajaba, a la hora de que el Ayuntamiento, que entonces dirigía Caunedo, devolviese la fianza que previamente había retenido una vez extinguido el contrato de concesión dela gestión del agua en el municipio.
