La Policía Local entregó las notificaciones de desalojo a los habitantes del poblado chabolista de La Malata entre 7 y el 11 de abril. Dieron el documento -una copia del acuerdo adoptado por la Junta de Gobierno local- en la mano de un representante de cada familia o grupo. En total, el Ayuntamiento tiene constancia de que allí malviven unas doce personas, dos de ellas menores de edad.
El certificado es en realidad un requerimiento administrativo que informa a los chabolistas que deben abandonar el lugar: "Se requiere a los ocupantes de las mencionadas fincas para que cesen en su actuación, señalándoles un plazo de ocho días, a contar desde la recepción de la notificación de este acuerdo". Según este texto, algunas personas deberían marcharse mañana, pero fuentes de la Policía Local aseguran que este plazo "se puede ampliar unos días", sobre todo teniendo en cuenta de que no se trata de una orden judicial.
Así, la notificación municipal aclara: "Si transcurrido el plazo, las fincas no hubieran sido desalojadas, se procederá a solicitar la correspondiente autorización judicial de entrada en domicilio para llevar a cabo el lanzamiento, procediéndose al desalojo de los ocupantes con el auxilio de las Fuerzas de Seguridad".
El Ayuntamiento erradicó los principales focos de chabolas del municipio hace dieciséis años. Las barracas del Espíritu Santo, Santa Marina, Los Arenales, la Argañosa, y el entorno de los depósitos del Cristo pasaron a la historia gracias a la acción directa de los servicios sociales.
