El tripartito local (Somos, PSOE e IU) vivió ayer uno de sus episodios más tensos en los diez meses que lleva gobernando la ciudad. Los tres socios acabaron ayer a gritos en una Junta de Gobierno "muy áspera" que, de nuevo, volvió a situar a Somos, el partido con más votos de los tres, en el centro de la diana. El detonante fue un proyecto relacionado con las actividades socioculturales para los centros sociales que presentó María Luisa Ponga (PSOE). IU se mostró de acuerdo con un proyecto al que Somos mostró sus reticencias. En ese momento, después de dos horas de reunión en un ambiente "de lo más tirante", todo explotó.

PSOE e IU se encendieron y acusaron a los podemistas de "dinamitar" el tripartito con sus "reparos constantes" a las propuestas del gobierno. Socialistas y comunistas afearon a Somos sus últimos "volantazos" en asuntos como su abstención en la oferta pública de empleo o el contrato del campo de golf de las Caldas (los podemistas votaron contra sus socios en la adjudicación) y le acusaron de paralizar el Ayuntamiento con sus "continuos desmarques" a la hora de votar distintos temas.

Fue una conversación tensa con acusaciones directas y, según varios testigos, se llegó al límite del insulto. Fuego cruzado que hizo aflorar las tensiones existentes entre Somos, por un lado, y PSOE e IU por el otro, y que todos daban por enterradas tras los comicios del pasado 20 de diciembre. Pero no: "Estamos como en diciembre. Así no se aguanta", comentaron después desde el PSOE.

En realidad, el proyecto de los centros sociales que impulsó la bronca de ayer fue lo de menos. Una chispa. En el trasfondo de la enésima brecha del gobierno local aparece, cuentan desde varios sectores del tripartito, un "cambio de estrategia" de Somos "ordenado", sostienen, "desde Madrid". "Ahora que puede haber de nuevo elecciones (generales), están ya en campaña y se nota claramente", explicó ayer a este diario una persona del tripartito.

PSOE e IU sostienen que la actitud de su socio cambió "de la noche a la mañana" y ponen de ejemplo distintas decisiones que no se esperaban y que, aseguran, van en contra de la "lealtad" a la que recurre el Alcalde, Wenceslao López (PSOE), cuando quiere lanzar una advertencia, enderezar el rumbo de la nave o tocar la fibra de sus socios para resolver un problema.

PSOE e IU consideran que Somos "va por su cuenta", que "no distingue entre gobierno y grupo municipal" y que ha dado un "giro" marcado por la posibilidad de que haya nuevas elecciones. "Han convertido el funcionamiento del Ayuntamiento en una anomalía constante", sentencia la coalición.

Socialistas y comunistas critican que los podemistas hayan votado en contra del contrato del campo de golf de Las Caldas cuando es un expediente hecho por una de sus concejalías, recuerdan su abstención en la oferta de empleo "cuando llevan presumiendo meses de ella" o señalan que hace semanas, en una comisión, el edil Fernando Villacampa (Somos) puso reparos a un contrato de transporte para actividades deportivas que también salió de sus propias concejalías.

Además, PSOE e IU critican su postura durante meses con las demandas del plan de empleo (a veces abstención, a veces a favor) e inciden en lo ocurrido ayer, cuando expresaron sus dudas por el proyecto para los centros sociales. Ponga propuso unificar en un contrato la dinamización sociocultural en los 52 centros sociales (actualmente en dos contratos que finalizan en septiembre y octubre) para elaborar un plan de dinamización conjunta que incluyan un programa "más ambicioso" de actividades. El contrato propuesto por Ponga es de dos años a 850.000 euros el primero (2017) y 769.000 el segundo. Actualmente, se paga por los dos 632.000 euros al año. "Este contrato obedece a que hay 3 personas para gestionar 52 centros sociales. Y la gestión directa es utópica", asegura Ponga. Somos sostiene que, aunque tiene dudas, no rechaza nada.

Requerido por este diario sobre el resto de temas, desde Somos prefirieron ayer no echar más leña al fuego y aseguraron que es normal que haya debate para llegar a acuerdos en un gobierno a tres y con distintas sensibilidades.