El consejero de Empleo, Industria y Turismo del Principado, Francisco Blanco, manifestó ayer, ante el pleno de la Junta General del Principado, su desacuerdo con la gestión que el grupo Hotusa hace del hotel de La Reconquista pero admitió que no puede rescindir el contrato porque la concesionaria no lo ha incumplido. "A mí no me gusta lo que está haciendo la empresa, me parece un error y creo que va en perjuicio de todos", declaró.

Blanco respondía a una interpelación del diputado de IU Ovidio Zapico sobre el conflicto laboral abierto en el Reconquista desde que la compañía hotelera Hotusa se hizo cargo de su gestión. Asumió que "la labor de intermediación no está dando sus frutos" y reconoció que sin incumplimientos de por medio el Ejecutivo regional no puede más que "presionar a la empresa, y la presiona". El Consejero añadió que la de romper el contrato es una decisión que no está en sus manos y descargó responsabilidades en sus técnicos. "Eso no lo determina un Consejero, lo determinan los técnicos", afirmó, y acusó a Zapico de estar invitándole a prevaricar.

En lo que concierne a la concesión del Reconquista, Hotusa ha cumplido, según Blanco: "Los cambios posteriores se hacen de acuerdo a la legislación laboral" y, además, "salvo uno, todos los despidos son pactados". Ovidio Zapico, sin embargo, considera que los hechos son "injustificables" y habló de una "persecución al comité de empresa", que incluye "la amenaza" de una demanda civil contra su presidenta y un despido improcedente.

"Esto empezó mal porque desde el primer minuto el hotel debería haber pasado a manos privadas", opinó Orlando Fernández, diputado de Ciudadanos. Carmen Fernández, de Foro, considera que hay "incumplimientos flagrantes" y Enrique López, de Podemos, habló de "una situación de absoluto descontrol".

El comité de empresa y los trabajadores del Reconquista desplegaron pancartas y se mantuvieron concentrados a las puertas de la Junta General durante toda la mañana de ayer.