Los trasplantes de córnea lamelares, que consisten en implantar sólo una parte de este tejido ocular (la anterior o la posterior, según el daño que sufra el paciente), implican dos ventajas: que la córnea de un donante "sirve para dos receptores", y que al trasplantar menos tejido corneal "se reduce el riesgo de rechazo". Así lo explicó ayer Luis Fernández-Vega Sanz, director del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, con motivo de la celebración en este centro ovetense del Curso de Trasplantes de Córnea y Terapias Avanzadas de la Superficie Ocular y Córnea, al que asisten más de 200 profesionales.

En el transcurso de las sesiones, el doctor Paolo Rama, de Milán, presentó una novedad relevante: por vez primera existe un fármaco aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) basado en terapia de células madre y que puede aplicarse a pacientes que tienen una ceguera corneal muy particular provocada por una insuficiencia límbica. "Se trata de una membrana de fibrina en la que han crecido células madre de la córnea. Esta membrana se aplica a la superficie de la córnea una vez quitado el tejido dañado", explicó el experto. Según los especialistas, "estos pacientes de alto riesgo llegan a recuperar la visión y a tener una estabilidad a largo plazo".

De otro lado, la ceguera corneal ya puede tener solución con trasplantes personalizados y tratamientos regenerativos con la propia sangre del paciente, destacaron los expertos.