"Parece que al final la culpa de lo que pasó en Uría es exclusiva de los bomberos o de un fantasma". El delegado de prevención de riesgos laborales del Ayuntamiento y bombero militante de la Corriente Sindical de Izquierda (CSI), Miguel Ordóñez Lorenzana, acusa al Alcalde de evitar responsabilidades en el incendio alegando un "sabotaje". Así lo afirmó ayer al ser consultado por este periódico sobre el borrado de información en la base de datos de las bocas de riego y la desaparición de un plano de Uría, que Wenceslao López hizo público el viernes tras poner el caso en conocimiento del juzgado de instrucción número 2.

Ordóñez convocará una rueda de prensa esta semana para "estudiar bien los hechos y exponer nuestra postura sobre el supuesto sabotaje", pero adelanta que la denuncia "es una cortina de humo para distraer la atención de los medios y no asumir culpas".

No lo ve así el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández (PSOE), que afirma que "es preocupante y grave que desaparezca información y un plano" y que por eso actúa "con cautela y ante la ley". El edil explica que fue él quien descubrió que algo pasaba en las bases documentales que recogen información sobre la red de bocas de agua que utilizan los bomberos para abastecer a los vehículos de extinción cuando acuden a un incendio. "Me extrañó mucho que me dijeran que había problemas para localizar los datos, Así que pregunté. Y me encontré con esto". Lejos de valorar si hay una mano negra o no, Fernández tiene clara una cosa: "Lo que es indiscutible es que antes había uno datos, y ahora no los hay".

El tercer teniente de Alcalde, Roberto Sánchez Ramos (IU), cierra filas en torno a López y su decisión de informar al juzgado. "No podemos hacer más que confiar en la justicia y respaldar la decisión del Alcalde". Algo similar piensan los otros Socios del tripartito, los ediles de Somos, que con su silencio afirman respaldar las declaraciones del concejal de Seguridad Ciudadana.

Los populares del Ayuntamiento tampoco quieren hacer declaraciones sobre el "sabotaje", a la espera de la resolución judicial y de la investigación.

Luis Pacho, concejal y portavoz de Ciudadanos en Oviedo, no tiene problemas en decir que "esto se parece cada vez más a la película Poltergeist porque vamos de susto en susto". Y pese a que también confía en la investigación "antes de hablar de manos negras", cree que "es prácticamente imposible saber cuándo, cómo y quién borró los archivos que faltan en el cuartel de bomberos". Y lo dice con conocimiento de causa porque trabajó varios años en una consultoría de sistemas de la información. "Al igual que el Alcalde trabajó en IBM".

Según se desprende de la resolución que el Ayuntamiento envió al juzgado, el borrado de datos ocurrió entre el 2 y el 10 de octubre del año pasado, en la base llamada "Gestion_bomberos.mdb". Y el plano que falta es el de los hidrantes de la calle Uría.