El Ayuntamiento de Oviedo ha reestablecido esta mañana el tránsito de peatones en la calle Uría, que permanecía cortada desde el pasado día 7 por el incendio, una vez finalizadas las labores de consolidación del edificio siniestrado. Según informó ayer a última hora el Ayuntamiento en un comunicado también se aproximarán a su trazado original las líneas de autobús urbano B2, C1 y D1, a partir de las cuatro de la tarde. En el mismo comunicado, el Ayuntamiento pidió "disculpas por las molestas ocasionadas" y agradeció la colaboración de los vecinos del municipio.

En el caso la línea H1, que circulaba habitualmente por Uría, se ha trazado una nueva ruta por Independencia y Melquíades Álvarez para llegar a Argüelles y Jovellanos, dejando de circular por General Elorza. Las líneas B2 C1 y D1 entrarán por la calle Independencia y la calle Fray Ceferino para retomar sus rutas habituales.

Además, según trascendió ayer, la fachada del número 58 de Uría está muy dañada tras el fuego y el posterior derrumbe. La gravedad de su estado es tal que entre los técnicos desplazados para hacerse cargo de la evaluación del siniestro, surgen ya las primeras voces que determinan que no quedará más remedio que derribar una fachada que se sostiene en pie gracias a los trabajos de apuntalamiento.

Tanto en esta fachada como en la que comunica con la calle Melquíades Álvarez (el número 25) se han realizado trabajos de apuntalamiento con la ayuda de pilotes de hormigón, un elemento de cimentación profunda con carácter puntual. Estos trabajos están siendo desarrollados por la empresa FCC con la que el Ayuntamiento de Oviedo mantiene un contrato para asumir obras forzosas o de emergencia, como esta. Según ha podido saber este periódico la "factura" del apuntalamiento de los edificios ronda los 500.000 euros, que, conforme a la legislación vigente, tendrán que abonar los titulares de propiedades en los dos edificios en los que se está interviniendo.