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El tripartito quiere que un anillo verde con huertos y rutas ciclistas rodee Oviedo

Urbanismo propone una ciudad "más sostenible" con la creación de "ecobarrios", el uso de casas con cubiertas vegetales y fuentes renovables

El tripartito local (Somos, PSOE e IU) quiere que un anillo verde con huertos ecológicos y rutas peatonales y ciclistas rodee el municipio y que tenga como eje el monte Naranco. La propuesta, en la que están de acuerdo los tres grupos de gobierno y que será incluida en la revisión del próximo Plan General de Ordenación (PGO), tiene cuatro objetivos principales para hacer de Oviedo una ciudad "más sostenible": incentivar al área agroganadera del concejo, alimentar el esparcimiento de nuevas zonas verdes, impulsar una red de rutas peatonales y ciclistas alrededor de la ciudad y compactar el municipio con el fin de contener la expansión urbanística.

El anillo verde pretende ser "un espacio de encuentro y conciliación entre la ciudad y el campo", según consta en el borrador que servirá de base para la revisión del PGO que tratan estos días de acordar los cinco grupos de la Corporación bajo el liderazgo de Ignacio Fernández del Páramo, edil de Urbanismo (Somos), que ya ha conseguido lograr un amplio consenso entre todos. Los cinco partidos, de hecho, se volverán a reunir hoy en el Ayuntamiento para intentar dejar cerrado un texto que marcará las bases del futuro modelo de ciudad.

Urbanismo ha puesto el ojo en la capital vasca, Vitoria, que dispone de un anillo verde que ha servido de ejemplo para otras ciudades. "Es un referente porque lleva 30 años planteando un urbanismo alternativo, verde y medioambientalmente sostenible", explica Del Páramo. Para Oviedo, el edil ya tiene pensado "a grandes rasgos" un trazado por el que iría el anillo verde. Como eje tendría el Monte Naranco y a partir de ahí atravesaría distintas zonas del área periurbana: el Nora, la carretera de Abuli, San Cipriano de Pando, San Esteban de las Cruces, La Bolgachina, La Manjoya, Latores, San Marina de Piedramuelle y de nuevo al Naranco. La idea es que cada zona tenga sus recorridos peatonales y ciclistas, sus huertos ecológicos y que puedan conectarse incluso con elementos interiores como la Senda de Fuso o la de Lugones. "Oviedo tiene una escala óptima para ser recorrida a pie y bicicleta. A menos de 7 km el vehículo más veloz y más rápido es la bicicleta", señala el edil.

El planteamiento elaborado por Del Páramo, uno de los concejales que genera más consenso tanto en el gobierno como en la oposición, recoge las peticiones de los tres socios del tripartito, que llevaban la idea en sus programas. No obstante, la creación de un anillo verde ya fue planteada en anteriores Corporaciones bajo el mandato del PP.

"Queremos un urbanismo sostenible", insiste Del Páramo. En este sentido, el texto recoge medidas encaminadas a la creación en el concejo de "ecobarrios", que serían zonas en el que las necesidades urbanas fueran satisfechas "con el menor consumo de recursos materiales y energéticos" y en el que se fomentase la "reducción de los residuos". Entre ellas está la de apostar por el uso de cubiertas vegetales en los edificios para "mejorar el drenaje y el tratamiento de la contaminación ambiental", el empleo de fuentes renovables "para la generación de energía en nuevos espacios públicos", la incorporación de redes separativas para reutilizar las aguas de las lluvias y domésticas, la regulación del transporte o la mejora de los edificios para un "mayor aprovechamiento de la energía solar".

El borrador también establece otras propuestas como la de crear "aparcamientos disuasorios" a la entrada de la ciudad para que los usuarios dejen allí el coche y moverse desde allí en transporte público. También se plantea pasar a suelo no urbanizables aquellas parcelas que, con catalogación de urbanizables, no hubieran iniciado todavía los trámites de conversión. "Queremos una ciudad compacta", dice Del Páramo, que explica que, desde el punto de vista urbanístico, en la ciudad hay dos grandes áreas en este sentido: "Una dispersa hacia Siero" y "otra hacia Trubia que sigue manteniendo cierta identidad de los núcleos rurales". "No queremos que la ciudad se convierta en un elemento disperso de casas sueltas. Eso es insostenible por cuestiones económicas", añade.

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