El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Oviedo constituirá el próximo lunes una comisión junto a los afectados por el incendio que el pasado 7 de abril derribó el edificio ubicado en el número 58 de la calle Uría, que también afectó al situado en el 25 de Melquiades Álvarez, y en cuya extinción falleció un bombero y otro resultó herido.

Comerciantes, propietarios de viviendas y profesionales que trabajaban en la manzana afectada han mantenido hoy una reunión con el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, y con otros miembros del equipo de gobierno municipal para trasladarles su situación tras el incendio y el posterior derrumbe del inmueble.

La calle Uría, la principal arteria comercial de Oviedo, continúa cortada al tráfico dos semanas después del siniestro mientras se sigue trabajando en asegurar las fachadas de los inmuebles afectados y en garantizar la estabilidad de las medianeras de los edificios anexos, labores que se prolongarán, al menos, hasta la próxima semana.

Esta circunstancia obliga a mantener cerrados al menos diez comercios de la zona, a algunos de los cuales ni siquiera se puede acceder por el momento, así como decenas de oficinas lo que está generando pérdidas económicas a comerciantes y empresas.

Según ha señalado a los periodistas el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, la comisión que se constituirá la próxima semana analizará "caso por caso" la situación de cada uno de los perjudicados para ver qué tipo de ayuda se les puede facilitar.

El tipo de ayudas no podrán concretarse hasta que no se definan las circunstancias de cada caso y se estudien las posibilidades con que cuenta el Ayuntamiento que, según ha subrayado Fernández, hará "lo que pueda hacer, pero no es una compañía aseguradora".

Según el abogado Fernando Barrutell, cuyo despacho se ubicaba en las proximidades del lugar donde se produjo el incendio, a partir del lunes se podrán ir concretando las posibilidades de ayuda "en un sentido amplio" que podrían ir desde recibir alguna compensación económica hasta buscar una posible reubicación de algunos locales.

Más crítico ha sido el portavoz de los comerciantes, Jeff Medeiros, que ha incidido en la situación "desesperada" en la que ya se encuentran los propietarios de algunos de los comercios que continúan cerrados a la vez que ha reclamado mayor celeridad para determinar las causas del incendio y de su rápida propagación.

"Se trata de paliar el daño que se está haciendo a esos comerciantes que siguen pagando sus impuestos. ¿Si hay ayudas para el terremoto de Ecuador o para los refugiados de Siria, no puede haber alguna para quienes tienen su comercio a quinientos metros del Ayuntamiento?", ha señalado Medeiros a los periodistas.