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El Consistorio quiere ampliar la vigilancia en el Campo para evitar actos vandálicos

El concejal de Seguridad afirma que el Ayuntamiento hará "lo que se pueda con los medios que hay" para elevar el control, sobre todo por las noches

Una pintada en el Campo San Francisco. CRISTIAN VÁZQUEZ

Las quejas de los usuarios del Campo San Francisco han hecho efecto en el Ayuntamiento. El concejal delegado de Seguridad Ciudadana, el socialista Ricardo Fernández, aseguró ayer que el Consistorio hará todo lo que esté en su mano para reforzar la seguridad en el parque y evitar así que se produzcan actos vandálicos que afecten al patrimonio de uno de los estandartes de la capital asturiana. "Con los medios que tenemos se hará lo que se pueda. Está claro que lo estudiaremos porque nunca hacemos oídos sordos ante las quejas de los ciudadanos. Trataremos de reforzar la seguridad, sobre todo por las noches", explica Fernández.

Los asiduos al Campo San Francisco y los vecinos del entorno del espacio natural aseguran que el parque se encuentra lleno de pintadas, que parte de su mobiliario está deteriorado y que alguno de los iconos del pulmón verde de Oviedo, como el quiosco de chucherías conocido como "La Chucha", se encuentran en un estado "deplorable" a consecuencia de la falta de civismo y de la "permisividad" policial. Muchos afirman tener miedo a cruzar el Campo cuando se va la luz del día. "Estamos abiertos a escuchar a los vecinos. Todo lo que podamos hacer por mejorar la seguridad en Oviedo lo vamos a hacer", recalca el Concejal de Seguridad Ciudadana.

Las quejas de los ciudadanos relacionadas con el campo San Francisco no se quedan en los actos vandálicos. Muchos consideran que el parque necesita un plan de choque integral. Una de las demandas más reclamadas por los usuarios es la culminación del proyecto de reforma del quiosco de la música situado en el Paseo del Bombé, parado desde febrero del año pasado tras una serie de desencuentros entre la empresa adjudicataria y la anterior Corporación municipal. El principal problema se produjo cuando la estructura metálica del quiosco no encajó a la hora del montaje. Después de muchas maniobras, el Ayuntamiento ya ha cancelado el contrato con la empresa, pero ahora se debe llegar a un acuerdo con la compañía para pagar los trabajos realizados y volver a licitar lo que resta de las obras.

Otras quejas tienen que ver con la "dejadez" a la hora de cuidar los árboles y plantas, con la falta de equipamientos deportivos o con el estado de algunos de sus elementos arquitectónicos.

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