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SARA FERNÁNDEZ | Cocina en casa

"Las tejas son sencillísimas de hacer, llevan poco tiempo y son muy ricas"

"Llevo bailando desde los 6 años, es una de mis pasiones; hago danza contemporánea, ballet clásico y también gimnasia rítmica"

Una de las grandes pasiones de Sara es el baile.

Sara Fernández Villaverde, de 18 años, es una de las cocineras más jóvenes que hoy se asoma a esta sección, protagonizada semanas atrás por su madre, Inés Villaverde González. Nacida en Oviedo y, como la primera, de corazón carbayón, desde muy niña se sintió atraída por el arte y le gustaba pintar siempre que podía. Con los años su gustos y aficiones evolucionaron y a día de hoy se encuentra entregada a sus estudios en la Escuela de Magisterio en Oviedo. "Siempre me gustó pintar cuando era niña. Por entonces pensaba en que, de mayor, quería ser periodista o actriz, pero claro, con los años vas cambiando", dice esta joven ovetense con voz suave mientras va ordenando, en la cocina, todos los ingredientes que utilizará para la receta de hoy.

"Yo las tejas las hago desde hace tiempo. En cocina lo que más me gusta es el dulce y la repostería. Son sencillísimas de hacer, llevan poco tiempo y las puedes hacer variadas; unas con almendras, otras con frutos rojos como los arándanos y otras con chocolate. En mi casa no duran nada en la bandeja", señala ella con una sonrisa que denota su sensibilidad, una característica de su persona que resulta más que evidente cuando habla de pintura, de viajes, de arte o de baile.

Como toda joven de su edad durante el fin de semana sale con sus amigas por la ciudad, va de compras, al cine o a la discoteca. Para ella Oviedo tiene de todo para gente de su edad. "Me gusta mi ciudad y creo que hay una buena oferta de ocio para los que somos jóvenes". En cuanto a sus rincones favoritos cita Sara "la plaza de la catedral y el casco antiguo. También me gusta mucho el parque San Francisco, pasear por él cuando no hay mucha gente. Otro de los lugares que me gustan y encuentro importante es el monte Naranco donde están los monumentos del Prerrománico, que son una auténtica joya arquitectónica", recuerda mientras mete la bandeja con las tejas en el horno de la cocina.

Una de sus pasiones es el baile, que practica desde muy joven tal como ella señala: "llevo bailando desde los seis años, hago baile contemporáneo y también ballet clásico, en esta última especialidad empecé un poco más tarde. Hace tras años me incorporé también a clases de gimnasia rítmica. Los viernes voy a baile y los sábados salgo con mas amigas", recuerda ella.

Se muestra también muy ilusionada con la profesión que ha elegido para vivir: la docencia. "Yo me veo trabajando como maestra después de sacar una oposición. Quiero hacer realizar mis sueños y uno de ellos es convertirme en profesora. Me gustan mucho los niños. Yo creo que si luchas por algo, lo terminas consiguiendo. No cabe duda que hay que estudiar mucho y ser muy persistente".

Su vena artística también está presente en su casa donde en el salón luce una de las muñecas "fofuchas" que realizó el año pasado, vestida de asturiana. "Las hice por el verano", señala ella.

Soñadora, dulce, con encanto y muy segura de lo que quiere, Sara Fernández Villaverde espera también, algún día, viajar a Estados Unidos o a Inglaterra. "Nunca fui a un país anglosajón y, al menos ahora, me atraen mucho". Eso si, también volvería a Italia, país que si conoció durante su viaje de estudios con el instituto Aramo el año pasado. "Me enamoré de Italia", dice ella con una sonrisa mientras desmolda sus apetitosas tejas y las coloca, con cuidado, en esa bandeja de donde desaparecerán, seguro, con brevedad.

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