La "preba" de la sidra de Gascona, con diecisiete ediciones a sus espaldas, es ya una cita obligada en el calendario de la folixa astur. Todo un clásico para el que algunos se preparan a conciencia, vistiendo sus mejores galas, o no. Los disfraces y los detalles "frikis" ganan terreno cada año en Gascona. Por ejemplo, ayer se dejó ver por el bulevar Teo, el famoso personaje de los libros infantiles que siempre va a algún lado. Teo va en avión, Teo va de camping, Teo va de compras y sí, Teo va a Gascona.
Roberto Peso, Teo por un día, siempre acude a las fiestas disfrazado "para poner una nota de alegría". Ayer lo consiguió y fueron varios los que le pidieron hacerse una foto juntos. "Pero, si eres Teo... ¿por qué tu disfraz lleva una 'A' gigante?", le preguntan. Se lo piensa un poco y responde "porque además de Teo soy ateo". Peso, vecino de Tiñana, llegó a Gascona de doblete después de pasar la jornada del sábado en la fiesta del picadillo de Noreña. "Pasé por casa solo para ponerme el disfraz", confiesa.
Hubo más dobletes que se notaban en alguna que otra cara, como las que descansaron poco después del Conciertu pola Oficialidá del sábado noche en la plaza de la Catedral. Para despertarlos a todos estaba el artista del "electrocuplé", Rodrigo Cuevas, que a las doce del mediodía dio el pregón de la XVII Preba de la sidra para arrancarse a continuación con su "Ritmo de Verdicio". El público aplaudió con ganas y le pidieron bises.
El atuendo de la Buena Cofradía de los Siceratores de Asturias también es otro de los clásicos de la calle Gascona durante la "preba". Además, este año se les unió la Cofradía del oricio, con una versión de vestuario más marinera que representaba con orgullo Mariano Santos, el vicepresidente de esta peculiar asociación gastronómica.
Ismael Antúnez, natural de Mieres y vecino de Gijón es práctico. Lleva varios años acercándose a la capital asturiana para participar en la "preba" y encontraba cierta incomodidad en el acto de ir cargando con el vaso, calle arriba y calle abajo. Así que construyó un artilugio con un calderito de la tienda del "todo a un euro" y una cadena de la ferretería. De este modo, Antúnez recorre Gascona con un "portavasos" de sidra de lo más original colgado al cuello y le quedan "las manos libres para comer".
"El artilugio está llamando mucho la atención, me paró mucha gente para preguntarme. Es que es la mar de cómodo y lo puede hacer uno en casa en un ratín. Yo creo que alguno ya tomó nota y en la próxima edición veremos más", apuntó Ismael Antúnez. A tener en cuenta para los organizadores, que lo mismo se animan a incluir el "portavasos" en el "kit" sidrero el año que viene.
