Las bocas de riego y los hidrantes de todo el concejo -tanto de la zona urbana como de la zona rural- se revisaron durante tres años y "día tras día", según manifiesta José Manuel Torres, el jefe del cuerpo de Bomberos municipal. El responsable del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) refleja en un informe -adjuntado al sumario que investiga la muerte del bombero Eloy Palacio durante la extinción del fuego que arrasó el número 58 de la calle Uría- que desde el año 2011 y "hasta al menos" a finales de 2014 se realizó "de forma rutinaria" la inspección, localización geográfica y toma de incidencias de los puntos en los que los bomberos pueden abastecerse de agua para la extinción de incendios. Torres concreta que "precisamente" una de las calles inspeccionadas a lo largo de 2014 fue Uría, cuando sindicatos con CSI denuncian que los bomberos llegaron al lugar del incendio "a ciegas" sin saber dónde se encontraban las bocas de riego.

El informe de Torres forma parte de la denuncia presentada por el Ayuntamiento ante la juez que instruye la causa y la Policía Nacional después de que el responsable del SEIS denunciara que se produjo un "sabotaje" en la base de datos que tienen los Bomberos y de donde supuestamente se borraron los referidos a dónde se encontraban las bocas de riego en la calle Uría.

En el documento firmado por Torres se hace referencia explícita a Miguel Ángel Ordóñez Lorenzana, bombero y delegado sindical de CSI, la central con mayoría en el SEIS, sobre las deficiencias que presenta el inventario de bocas de riego e hidrantes. "Este funcionario", escribe Torres en referencia a Ordóñez Lorenzana, "estuvo durante más de un año revisando bocas de riego e hidrantes en el casco urbano en la época de Agustín de Luis". Torres va más allá y señala que toda la información "se trasladaba por los mandos y la secretaria del SEIS" a una base de datos "cuyo programa fue diseñado y elaborado" por otro bombero, que el jefe de bomberos tacha como "miembro activo de CSI".

Torres afirma que es "sorprendentemente" que toda la información que "se recopiló y se grabó haya desaparecido", hecho que para el jefe del SEIS "supone un auténtico sabotaje". De igual forma, Torres dice que un mapa en papel con información que hubiera sido "vital" el día del siniestro en Uría -la situación de las bocas de riego- "ha desaparecido 'casualmente'". Todo esto, a juicio de Torres, se ejecutó "con la clara intención de extorsionar el normal funcionamiento del servicio" y causó "graves consecuencias" en el incendio de Uría, que acabó con la muerte de Eloy Palacio.