Los vecinos de Ciudad Naranco tienen la sensación de que viven en "un barrio que está totalmente olvidado por el Ayuntamiento", y aseguran que se remiten sólo al "abandono al que nos tiene sometido".

Esta afirmación, que es también una denuncia, la realizó ayer a este periódico Rubén Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos "Ciudad Naranco Existe", un incipiente pero muy activo movimiento vecinal que salta al ruedo para dinamizar su barrio y que asegura hacerlo sin colores políticos.

El rosario de reproches al Ayuntamiento con el que comenzó el colectivo incluye baches en la calle Montes del Sueve, "un auténtico peligro para los coches y peatones"; alcantarillas atascadas en muchas aceras, que convierten las empinadas calles del barrio en los días de mucha lluvia en auténticas cascadas; la construcción de una piscina en los terrenos del fallido spa, o los "serios" problemas de seguridad que afectan "a las horas de entrada y salida de los dos colegios que están en el barrio", advirtió el representante vecinal, refiriéndose a los centros educativos del Loyola y del Santa María del Naranco. "Sólo pedimos que unos agentes regulen el tráfico para que un día no ocurra un accidente, que de esta manera se podría evitar", advirtió Fernández.

Pero hay más olvidos o abandonos municipales en Ciudad Naranco, advierten desde el colectivo vecinal, en los que ahora están haciendo especial hincapié para intentar que se corrijan definitivamente.

"En una reunión le dije también al alcalde, Wenceslao López, que en la entrada de la calle Nicolás Soria, a la altura del puente, hay mucha maleza y cables que quedaron después de derribar el edifico que hacía esquina para liberar los terrenos. En otros dos edificios derruidos del barrio pasa lo mismo, y esto no puede seguir así", advirtió el representante de "Ciudad Naranco Existe".