Tregua en las relaciones entre el Ayuntamiento de Oviedo y la Iglesia. Al menos, el enfrentamiento frena su escalada después de que los políticos decidieran ayer que sí se verán con los clérigos con motivo del Corpus. La fecha elegida es el 19 de mayo, cuando el tripartito participará en la tradicional degustación de fruta de temporada, que solían ser fresas de Candamo en anteriores citas y era el Ayuntamiento quien las aportaba. El fondo del encuentro, fresas aparte, es una especie de puesta al día e intercambio entre el estado laico y el estado religioso, con el objeto de coordinarse en los asuntos de gestión que impliquen a ambas entidades, como puede ser el patrimonio y su mantenimiento.

La cita solía ser la segunda parte después del caldo al que convidaba el Cabildo el Domingo de Ramos. Este año, en plena tensión entre el gobierno local de izquierda y la Iglesia, no hubo políticos en el caldo, que se celebró en La Catedral y no en Trascorrales, como se hacía en tiempos de De Lorenzo y Caunedo. Esta vez, si no hay cambios de última hora, la cita será en el salón de bodas municipal, sin que se espere más unión que la convivencia en relativa armonía.

Esta tregua no significa un cambio de rumbo en las frías y distanciadas relaciones entre el Ayuntamiento y la Iglesia. La prueba es que, ayer mismo, igual que aprobaron participar en el acto de las fresas por el Corpus, rechazaron también financiar al arzobispado una carpa, un altar y otros elementos que solicitaban para organizar la próxima jira al Sagrado Corazón, en el Naranco. El Consistorio sí que accede a organizar a un servicio especial de autobuses al monte.