Las localidades de Tudela Veguín y Olloniego apenas recibieron durante el pasado fin de semana los "coletazos" de la feria ganadera de la Ascensión. Si bien es cierto que algunos establecimientos hosteleros notaron un "ligero aumento" de ventas, la situación no fue para lanzar voladores.

El aluvión de ganaderos en el recinto ferial de Olloniego-Tudela no tuvo el mismo reflejo en las calles de ambas localidades. Ayer fue el día para buscar las respuestas como hicieron algunos hosteleros. "Lo primero, que el recinto ferial, aunque se diga que es en Olloniego, no está exactamente en Olloniego y eso crea confusión entre la gente que viene de afuera. Está en la Vega de Tudela, que es como siempre se llamó a esa zona", comentaba ayer a mediodía Ángel González, desde el restaurante familiar que regenta en Tudela Veguín. También echó en falta un poco de ayuda por parte de los organizadores de la feria. "Como en el recinto no había bar, deberían haber preparado información para los visitantes sobre los lugares cercanos en los que podían comer. Y si hubieran puesto autobuses lanzadera hasta el ferial también se habría notado", comentó este hostelero. Después llegó la autocrítica. "Tal vez nosotros nos tendríamos que haber publicitado para que supieran dónde estábamos", reflexionó.

En Olloniego, Daniel Álvarez fue uno de los hosteleros que sí notaron el tirón ferial los dos días que duró. "Cenas el sábado y vermú y comidas el domingo". Ahora los hosteleros sólo piden que para el próximo año se mejoren estos aspectos, y eso sí, que la feria se quede en la Vega de Tudela.