Definir lo que es patrimonio histórico industrial, completar el inventario del que Asturias alberga en su territorio y establecer prioridades en la conservación del mismo con criterios lo más objetivos que sea posible. Éstos son tres de los aspectos destacados por los expertos que ayer participaron en un coloquio celebrado en la sede del Colegio de Arquitectos de Asturias, en el marco de las Jornadas de Patrimonio Histórico Industrial, que se desarrollan en la primera quincena de este mes en diversas sedes de Oviedo, Mieres y Langreo.

"Queda un largo camino por recorrer; tenemos que reconducir una situación bastante penosa", subrayó Natalia Tielve, profesora de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo. "La primera tarea es potenciar la investigación, saber lo que hay, realizar una importante labor de inventario de catalogación que aún está pendiente, y a partir de ahí comenzar a actuar", agregó la profesora Tielve.

Gema Adán, arqueóloga y técnica de la Consejería de Cultura, señaló que "queremos conocer todo lo que se puede hacer, qué más podemos enseñar, contar más historias de los lugares". "Es necesario que todos miremos y conozcamos este patrimonio desde una perspectiva multidisciplinar", precisó.

El arquitecto Víctor García Oviedo hizo énfasis en que "hay un antes de la crisis y un después de la crisis". A su juicio, se impone "redefinir lo que es el patrimonio hoy día; ponernos de acuerdo en cómo baremamos eso, y ahí la Universidad tiene mucho que decir". "El patrimonio tiene un potencial económico evidente, y ahora lo que se necesita es un relato de lo que hay: que nos pongamos todos de acuerdo en qué es el patrimonio y hacer un relato sobre la base de los conocimientos", propugnó.

Javier Fernández, director del Museo del Ferrocarril de Asturias, apostó por "dar prioridad a conocer lo que hay". Y abundó: "Lo primero es conocer, y una de las herramientas es el inventario, y luego priorizar con criterios objetivos. Estamos siempre ante un escenario de recursos escasos, en el que la selección de lo importante exige criterios objetivos y no sólo según los técnicos, sino desde la más amplia participación social".

Manuel Maurín, profesor de Geografía de la Universidad de Oviedo, puso el acento en "buscar otro modelo de conservación de patrimonio que sea lo más fiel posible al modelo original, que mantenga sobre todo la diversidad, la representatividad y, a ser posible, las vinculaciones funcionales, estructurales y territoriales de los distintos componentes". Maurín insistió en la necesidad de "priorizar la conservación del patrimonio en tanto que paisaje industrial".