Si alguna pasión tiene María del Pilar Fernández Álvarez, natural del pueblo de Los Bíos, en Grado, es la cocina. Y, sobremanera la elaboración de mermeladas y dulces caseros. "Me encanta hacer mermeladas, llevo preparándolas más de ocho años. Las hago aprovechando la fruta de temporada. Tengo buenos amigos y gente a la que aprecio mucho a quienes me gusta regalárselas. Empecé de forma autodidacta, leyendo mucho e informándome cuando al final supe de mis intolerancias", afirma mientras elige la fruta de hoy.
Este interés vino derivado tras descubrir, hace diez años, que tenía intolerancia al gluten, la lactosa, el tomate, los conservantes y los espesantes. Así fue como empezó a cuidar mucho más su alimentación y a interesarse en conocer cuanto tiene relación con sus intolerancias para, a su vez, adaptar su comida diaria a su situación. "En casa hago comidas normales; los platos de cuchara me gustan mucho y también hago cocidos. Se me dan bien las cebollas y las patatas rellenas; guiso pollo, en fin siempre teniendo en cuenta lo que puedo y lo que no puedo comer", matiza.
Actualmente vive en Grado aunque durante unos años iba y venía a Oviedo por motivos laborales pues estuvo trabajando en dos establecimientos del ramo hostelero, de ahí su buena mano ante los fogones. En su tiempo libre le gusta salir a comer de vez en cuando con las amigas pero, sobre todo, ir a visitar a su nieta Inés, de dos años y medio. "No hay cosa que más me guste que estar con ella. Está en una edad tremenda. Para mi es un placer estar con la chiquilla y cuando puedo voy hasta Soto, en Las Regueras, donde vive mi hija, para pasar todo el tiempo posible juntas", dice la orgullosa abuela mientras termina de picar las frutas de la mermelada que hoy protagoniza esta página hecha con peras, kiwis y plátanos.
"A mi de Oviedo me gusta todo, es una ciudad muy guapa y por donde da gusto pasear. Como tengo a mis hijos trabajando allí en un centro comercial pues, más que por verles que por comprar, me gusta estar por el centro de la ciudad. Oviedo es, además, una ciudad muy limpia".
Lo cierto es que María Pilar Fernández tiene una diversidad de mermeladas caseras que impresiona: de manzana, fresas, plátano y cabello de ángel; de kiwi y plátano; de cabello de ángel, manzana, pera, calabaza y plátano; de cabello de ángel, fresa y naranja; de cabello de ángel y fresas e inclusive ésta que protagoniza la página y tiene muy poco azúcar. Ella, que es madre de tres hijos; un varón y dos mujeres, y abuela de Inés, no tiene más gusto que preparárselas para ellos, además de también para otra mucha gente amiga a quienes les regala sus mermeladas. "Tengo a los tres dispersos. Mi hijo vive en Oviedo, una de mis hijas en Pumeda, en el Esclampero y la tercera en Soto, en Las Regueras", recuerda mientras muestra las mermeladas que elaboró recientemente. También prepara un dulce casero que, combinado con un buen queso, resulta una auténtica delicia.
Eso si recuerda, y es importante, que una vez hechas hay que identificar el tipo de fruta que llevan así como el día del envasado con una etiqueta que, en su caso, coloca en la parte de abajo de los frascos de cristal, además de otra más grande en la parte frontal.
