De aquel mastodóntico Hospital Psiquiátrico sólo queda un pabellón, que en realidad fue demolido y posteriormente reconstruido. Sin embargo, buena parte del legado vegetal de la finca forma parte hoy de los terrenos en los que está emplazado el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Esta tarea de conservación, recogida en el Proyecto de Jardinería y Trasplante de Arbolado del HUCA, opta al Premio Internacional de Paisaje Rosa Barbá.
La génesis del plan se remonta a las primeras décadas del siglo XX, cuando fue plantada la monumental arboleda del antiguo complejo psiquiátrico. Luego llegó a manos de sus autores en el año 2004, cuando arrancó la demolición de los edificios de La Cadellada y el movimiento de tierras para construir el nuevo Hospital Central. "Desde su fase germinal, es un proyecto de vida y salud. Primero porque la misión inicial era salvar y proteger, bien resguardado en un vivero íntimo creado especialmente para ellos, ese arbolado histórico que se conformó durante décadas como parte de un jardín terapéutico que los enfermos plantaron, cuidaron y podaron con maestría, dotándoles de formas únicas, irrepetibles y de gran belleza", subrayan los autores del plan.
Ese recóndito jardín privado del Hospital Psiquiátrico, modelado por el tiempo y puesto al servicio de la salud de los pacientes, "se trasformó en un gran parque público de 180.000 metros cuadrados". Como siguiente paso, "se abrió al mundo con un nuevo esplendor y floreció un gran espacio de expansión ciudadana, potenciando la pradera existente al norte y suavizando con un tapiz verde el paso de la ciudad al Hospital".
El resultado final es, según los promotores de la idea, "un parque urbano y sanitario, agradable para el paciente y el peatón, un lugar confortable en un entorno natural conocido". Una naturaleza exterior que entra en el edificio hospitalario a través de los jardines interiores, diseñados como espacios terapéuticos, relajantes, mágicos y totémicos, que permiten aliviar la tensión de la actividad del centro.
