¿Por qué acatamos con mansedumbre el fallo garrafal del precio de expropiación de "Villa Magdalena"? Si sale un etarra de prisión, después de cumplir 20 años, nos indignamos, así se ajuste a ley; cuando la Pantoja logra la condicional denunciamos trato de favor, y no digamos la presión al juez Castro antes incluso de dictar sentencia en el caso Nóos; en cambio, nos sometemos a un pufo estratosférico sin poner en entredicho al juzgador que no levanta los ojos del expediente para ver la realidad, sin clamar ante ese Jurado de Expropiación que, en plena debacle del valor catastral de nuestra urbe, sale con tamaño justiprecio. ¿Se tasa con el valor de entonces? Hoy sabemos que entonces todo era un bluf, que vivíamos un disparate. ¿Cómo que pagaremos la deuda con recortes y créditos? ¿Vale 60 millones el puto palacete o no lo vale?