"Satisfactorios, con sus peros y escollos, pero satisfactorios". Así define Dulce Pérez, creadora de la sala Alfara, los diez años de vida que cumple esta galería dedicada a las artes gráficas y que, con tesón y sin apoyos externos, puede presumir de haberse convertido en un referente de la gráfica estatal. Y para celebrarlo, qué mejor que reunir en sus paredes a todos los artistas que han expuesto en ella, en las más de 120 exposiciones que han ofrecido a los ovetenses en esta década.

"Es una muestra representativa de la vida de Alfara, formada por 15 obras de 10 artistas", explica Pérez. Aunque mandan las litografías, entre las que destacan la del artista sirio afincado en A Coruña Alí Alí, que sacude al receptor con su explosión de color y sentimiento, y la "daliniana" e impactante realizada por el búlgaro Jordanov, fallecido en 2012. También hay xilografías, como la claustrofóbica tintada en blanco y negro del murciano Moisés Yagües, o la delicada y texturizada de la japonesa Mika Murakami; aguafuertes de sangre noble como la del malagueño Paco Aguilar; cuadros que mezclan pinturas y collage como el surrealista del santanderino Joaquín Capa; y técnicas mixtas como las utilizadas con maestría por el leonés residente en Oviedo Elías G. Benavides. También cuelgan de la pared los carteles y los trípticos de todas las exposiciones de estos 10 años. "Al mirarlos es como una palmadita en la espalda. Como un 'qué bien hemos trabajado entre todos'. Porque Alfara es una gran familia".