En Santa Marina de Piedramuelle empiezan a estar hartos de escuchar promesas desde el Ayuntamiento sin que después se cumpla lo acordado. La plataforma vecinal de la localidad exige que comiencen "de una vez por todas" las obras de saneamiento en la zona de El Trigal, un punto en el que aún existen siete viviendas "que se mantienen desde hace más de veinte años con un sistema de pozos ciegos y negros y siguen así en pleno siglo XXI", señala Sergio Huerta, portavoz vecinal.

Según sostiene Huerta, el pacto presupuestario sellado entre el PP e IU para aprobar los presupuestos de 2015 -con el popular Agustín Iglesias Caunedo en la Alcaldía- ya contemplaba una inversión para el saneamiento de El Trigal. El acuerdo se cerró tras una reunión con los vecinos afectados celebrada en el centro social de Santa Marina de Piedramuelle en la que estuvieron presentes representantes de ambos partidos. "Y todavía seguimos esperando sentados a que den comienzo los trabajos", denuncia Sergio Huerta.

Pero el proyecto para dotar de saneamiento a la zona de El Trigal no se diluyó en ese momento. Posteriormente, en el documento de inversiones previstas para el año 2016 se incluyó el proyecto de construcción de una red de saneamiento en el Trigal. Ese documento recoge que el plan se había frenado "por no estar disponibles los terrenos". No obstante, el Ayuntamiento "adquirió el compromiso de acometer esta actuación con cargo al presupuesto de 2016", subraya Huerta. Además, "en el anexo de inversiones del presupuesto del ejercicio 2016 existe una partida presupuestaria por importe de 281.937,47 euros para ejecutar la obra del saneamiento prevista para el Trigal", añade. "Este fue el único de los compromisos que el concejal responsable del Medio rural y Economía del Ayuntamiento Oviedo, Rubén Rosón, tras una ronda de reuniones con representantes de las asociaciones vecinales del municipio, adquirió con los vecinos de Santa Marina de Piedramuelle. Se refleja en el presupuesto de inversiones previsto para este año", insiste el representante del colectivo vecinal, que pide que se ejecute lo previsto en las cuentas municipales.