Hace unos días, tuve, de nuevo, la oportunidad de visitar el club de campo del Centro Asturiano de Oviedo, acompañado de familia, parte de ella venida de Madrid. "¡Impresionante!" "¡Maravilloso!" Eran expresiones continuas, contemplando la belleza del edificio central y encontrarse con la espectacular vista del paisaje que aparece desde la terraza. ¡Un primor! El día soleado emulaba la estampa de una de las maravillas del mundo: los Jardines Colgantes de Babilonia.

Enclavado en el monte Naranco, un entorno artístico con los monumentos prerrománicos, Santa María y San Miguel de Lillo, y con 400.000 metros, no todos ocupados, pero con proyectos creativos en la agenda de su directiva.

Qué actividad cultural o deporte no se celebra allí, cabe preguntarse. Detallarlos sería prolijo. Sí pueden destacarse la cultura y hábitos deportivos ejercidos sobre cientos de menores, unidos a las actividades para padres o mayores y a las piscinas de verano, de invierno, climatizadas, a las marchas familiares, al senderismo, al grupo de montaña, de viajes y otros más.

Sorprende la instalación infantil, con bicicletas y scooters circulando por un recorrido viario con semáforos y señales en el que, aparte de disfrutar, aprenden las normas de circulación. Han sido premiados por Tráfico por sus conocimientos en la materia.

Culturalmente, exposiciones constantes, conferencias, cursos diversos para grupos interesados. Musicalmente, clases de música, un coro polifónico con buenas voces, banda de gaitas, grupo folclórico... ¡Cuánta actividad! Hasta la misa celebran los domingos.

La marcha anual andando a Covadonga lleva 37 años. Este año, a mi amiga María Ángeles le concederán la medalla de oro, por sus veinte marchas. Su marido, Benardino, lleva ya treinta y tres.

Son clásicas las fiestas de Covadonga y es un espectáculo contemplar desde algunos puntos de la ciudad los fuegos artificiales. Destacan los Carnavales y las cenas en Nochevieja. En el cuidado restaurante sirven exquisitas viandas elaboradas por Pepe, chef de categoría, y sus ayudantes, bien servidas por el plantel de camareras y camareros.

Según te lo va explicando Tito, vas comprendiendo la eficaz labor desplegada por la junta directiva que preside Alfredo Canteli y unos socios orgullosos de haber alcanzado un nivel, a todas luces, envidiable. ¡Enhorabuena!

Centro ejemplar, posiblemente de lo mejor de Europa, que llegó a registrar 20.000 o más asociados, donde el orden, la organización y el cuidado de las instalaciones es un comportamiento que les dignifica.

Una campaña de recuperación de socios perdidos por causas de la crisis está en marcha. Volverán, es mucho el valor que dejan atrás.

¡Fascinante!, ¡maravilloso! Es un privilegio disfrutarlo. No dejaban de sorprenderse mis familiares.

Gracias por las atenciones recibidas.