Elena FERNÁNDEZ-PELLO
"La riqueza de este instituto es la gran variedad de culturas que aquí confluyen", manifestó ayer Josefina Barandiarán, miembro de la red de apoyo a los inmigrantes de Avilés y de la oenegé Médicos del Mundo, en el primero de los muchos actos de las Jornadas Interculturales "Somos migrantes" organizadas por los profesores y alumnos del Instituto de Secundaria de La Corredoria.
En el centro, en el que actualmente estudian chavales de más de veinte nacionalidades distintas, desde Armenia o Ucrania hasta la República Dominicana o Cuba, habrá talleres, charlas, juegos, teatro, baile e incluso ópera hasta mañana y las familias también están llamadas a participar. Ayer por la tarde las puertas del centro estuvieron abiertas para ellas, para que se pasearan por las exposiciones y pudiesen ver el documental en el que los chavales cuentan las historias de abuelos y padres emigrantes.
"En un barrio donde el crecimiento explosivo multiplicó por más de cuatro la población de principios de siglo, nutriéndose de inmigrantes de todos los concejos de Asturias, de prácticamente todas las provincias de España y de cincuenta nacionalidades, la interculturalidad está presente en la vida diaria del centro", explican desde la dirección del centro, a cuyo frente está María Cao Fernández.
Facililitar la convivencia entre todas las nacionalidades y etnias que conviven en el instituto de La Corredoria es una de las razones por las que surgieron estas jornadas, que ya van por su octava edición.
A lo largo de estos días visitarán el centro representantes de las oenegés SOS Refugiados y Medicos del Mundo y el director de la Orquesta de Cámara de Siero, que hablará de los viajes solidarios que la agrupación hace por todo el mundo.
El primer acto de estas jornadas fue la charla de Josefina Barandiarán que, además de activista social es profesora jubilada, y que explicó a los alumnos de tercero de la ESO qué es un permiso de residencia, cómo se consigue, qué es un centro de internamiento para inmigrantes (CIE) o cómo se hacen las detecciones de inmigrantes sin documentación por la calle. Algunos de sus planteamientos fueron rebatidos por los chavales y alguno de ellos, tras escuchar los argumentos de Barandiarán, que "no están las leyes, están mal los que las hacen".
Durante estos días hay actividades por todo el centro. Banderas y paneles reciben a la comunidad educativa en el vestíbulo. El ganador del concurso de carteles es un muchacho rumano, Daniel Adrián Mare, de primero de bachillerato. Hay una maqueta de un "campo de refugiados ideal" sobre la que los alumnos cuentan cómo se acaba allí y cómo se organiza. Ayer por la mañana las encargadas de hacerlo eran María José Arrieta y Gisela Montoya. Hay un aula en la que se exponen objetos sonoros que evocan distintos países y otra dedicada a los científicos que tuvieron que emigrar, entre los que figuran los asturianos Severo Ochoa y Margarita Salas, Einstein, Fleming, Wegener, Youyou y muchos otros.
El jefe de estudios y profesor de Informática, Pedro Díaz, está al frente de la proyección del documental "en homenaje a los antepasados emigrantes de los alumnos de cuarto", que se proyecta en una de las paredes de la entrada al centro. La jornada de puertas abiertas se pensó precisamente para que las familias tengan la posibilidad de disfrutarlo con sus hijos y es posible que se amplíe hoy y mañana.
