Los bomberos que participaron en las labores de extinción del edificio de la calle Uría -el incendió en el que perdió la vida su compañero Eloy Palacio el pasado 7 de abril- aseguran que sus mandos "mienten como bellacos" cuando dicen que ese día hubo agua más que de sobra para afrontar un fuego de esas características y que la falta de medios no condicionó la propagación del fuego. Según denunciaron esta mañana los representantes de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), "En ningún momento hubo una posibilidad real de apagar el edificio porque no había agua. Los bomberos la pedían continuamente y los mandos decían que se ahorrase porque no había", asegura Miguel Ordóñez, representante del sindicato en el parque de Oviedo.

Es más, Ordóñez defiende que de cada media hora, los bomberos sólo podían utilizar las mangueras "unos tres o cuatro minutos" para atacar el fuego con la suficiente garantía. Las cuentas que hace son las siguientes: "Se tuvieron que llevar unos 120.000 litros de agua hasta el lugar del suceso a lo largo de toda la intervención, pero cada nodriza sólo lleva unos 10.000. Para conseguirlo hubo que hacer unos diez viajes con los camiones, desde Uría hasta el Rubín, para cargar en el hidrante. Teniendo en cuenta que cada viaje supone más o menos media hora y que las mangueras que se necesitan para este tipo de fuegos lanzan entre 3.000 y 4.000 litros por minuto, el cálculo es fácil. Sólo se podía trabajar a pleno rendimiento tres minutos cada media hora", asegura el bombero.

Los integrantes de la CSI -en la comparecencia estuvieron presentes representantes de la plantilla de Oviedo, de Gijón y de Bomberos de Asturias- consideran que "toda la verdad" sobre lo que ocurrió en Uría saldría a la luz si se le entregase a la justicia "la caja negra que existe sobre los hechos", es decir, los vídeos y los audios que se grabaron durante esa dramática jornada. "Ya lo han visto en exclusiva algunas personas, como el concejal de Seguridad Ciudadana (en referencia al socialista Ricardo Fernández), pero no entendemos porque hay ese recelo y esa tardanza en entregárselo todo a quien tiene que tenerlo. Así, entre otras muchas cosas, se aclararían muchos aspectos sobre la muerte de nuestro compañero", subraya Miguel Ordóñez.

Por otro lado, los representantes de los tres cuerpos de extinción de incendios que operan en Asturias exigen la puesta en marcha de protocolos de cooperación para coordinar acciones conjuntas y mejorar el servicio. "Siempre se ha quedado todo en papeleo y nunca se ha concretado nada cuando es algo fundamental. El pasotismo de las administraciones es deleznable", critica Miguel Ordóñez.