La peña Azul Frixuelos busca más la calidad que la cantidad. A ellos no les preocupa tanto ser muchos socios como que estén implicados en las actividades que realizan. So n un grupo de amigos que se dieron cuenta de que cada vez que se encontraban acababan hablando del Oviedo y que además salían a ver los partidos que el conjunto azul disputaba fuera de casa. En 2010 oficializaron esta actividad convirtiéndose en una peña que ha pasado por dos sedes y que ahora está a la espera de ubicarse en la siguiente, un local que todavía no está abierto y que aún no tiene un nombre.
Una espera que no les impide seguir activos ahora que la temporada llega a sus momentos más cruciales, donde el Oviedo se está jugando el ascenso a Primera. Ubicados en el Tartiere cerca de donde se sitúa el Grupo Symmachiarii, están muy involucrados en la campaña para crear un a grada de animación en el Tartiere. Y esperan que cuando se realicen las obras de sectorización del municipal ovetense se lleve a cabo y ellos puedan formar parte de ella.
"No somos una peña grande, de hacer campañas para captar socios, somos los de toda la vida y se suelen sumar uno o dos cada año. Pero los que están son muy activos, si organizamos algo se suelen apuntar", dice David Gómez, el presidente. La peña Frixuelos no está tan vinculada como otras del Oviedo a un barrio determinado. Es más "un grupo de amigos", añade el presidente.
La creación de la peña les supuso un crecimiento en cuanto a organización. "Antes cada uno organizaba las cosas por su lado y en ese aspecto nos unimos un poco más", explica David Gómez. El nombre lo tomaron de un equipo de fútbol 7 del que formaban parte muchos de los actuales integrantes de la peña. "No queríamos coger nombres de jugadores porque luego pasa lo que pasa".
La peña Frixuelos es también muy viajera. La pasada temporada sólo faltaron al desplazamiento de Coruxo. En el resto siempre hubo un representante. Esta campaña ya han estado en Vitoria, Soria, Ponferrada, Bilbao, Leganés y Valladolid.
Esta peña también destaca por su originalidad. Y encima por buenas causas. Cada año, en vez del aniversario habitual, organizan un concurso de comida picante. Y lo hacen con un fin social. Cada uno de los que se apunta paga 10 euros y lo que sacan va para colaborar con una causa. Lo han hecho en la lucha contra el ELA y también colaboraron con una asociación de enfermedades raras. Cada año intentan implicarse en una causa y utilizar su original concurso para recaudar fondos. También realizan recogidas de alimentos a favor del Banco de Alimentos.
"En vez de hacer aniversarios, con la presencia de los jugadores, que suelen ir obligados a estos actos, pues hacemos esto, que es más solidario. Colabora todo el mundo y en nuestra anterior sede también colaboraba el propio establecimiento bajando precios", dice el presidente de esta peña compuesto por un grupo de amigos muy bien avenidos.
