"La circunstancia de la calle Guillermo Estrada no puede ser más deplorable, si se exceptúan no más de tres de los inmuebles allí levantados. La circunstancia de la calle Guillermo Estrada fue, recientemente, un lastimoso estado de limpieza. Pero esto ha sido pasajero. El abandono de unos días cesó ya. En cambio, no es tan pasajero el extremo deterioro de las aceras y de la calzada, la suciedad de algunas fachadas y la ruina de unas cuantas edificaciones cuya ostensible presencia no llega a atraer urgentemente el empleo de los medios de demolición".