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Al Final De La Semana

Un mitin con poca chicha

La primera asamblea ciudadana del tripartito, para atacar al PP por el desastre de "Villa Magdalena", fue más un acto político que un gobierno presentando proyectos y soluciones

Un mitin con poca chicha

Fue como un mitin, pero con menos chicha porque, a falta de comprobar lo contrario, a PSOE, Somos e IU se les supone poder de convocatoria suficiente para sobrepasar las 400 butacas del aforo de la sala de cámara del Auditorio. No hubo lleno pero sí buena entrada, tres centenares calculados a ojo. El público era fácil: "los habituales, los convencidos", decían desde dentro. La primera reunión del pueblo con el tripartito no se convocó para ofrecer una gran puesta en común a favor de la ciudad. No. Fue para ajusticiar a al PP por el desastre de "Villa Magdalena", una broma de 60 millones, después del varapalo judicial de la semana pasada.

El de ayer fue quizá el momento de mayor coincidencia entre los tres socios desde que gobiernan. O el segundo, después del día que todos votaron a favor de Wenceslao López para sacar a la derecha del poder. Por eso hubo miembros de los partidos que admitían haber sentido un ambiente de mitin, mucho mensaje político, pero pocas soluciones y proyectos. "Me habría gustado más presentar logros nuestros que desastres de los demás", susurraban bajo el anonimato desde una de las tres esquinas de los partidos que gobiernan Oviedo. "Villa Magdalena" se ha convertido en la correa de transmisión del tripartito. Los 33 millones añadidos que tendrá que pagar el Ayuntamiento son un lastre para las cuentas y para el ciudadano, aunque parecen haber dado alas a algunos. A veces les cuesta disimular una incomprensible euforia. El fallo del Supremo es una enmienda a la totalidad de la gestión del PP en Oviedo, pero la papeleta la tienen los que mandan ahora y la solución no parece que vaya a llegar ni hoy ni mañana.

Rosón vuelve a la carga

Preocupados siempre por los asuntos de la comunicación, por aparecer siempre en posición dominante, los podemistas de Oviedo lograron ayer mayoría en el Auditorio. Por su condición de concejal de Economía, Rubén Rosón tuvo turno de intervención propio, igual que un portavoz por cada formación: el alcalde Wenceslao López (PSOE), la teniente de Alcalde Ana Taboada (Somos) y, por IU, su portavoz municipal, Cristina Pontón. Con el añadido de Rosón, Somos obtuvo la mayoría. De lo suyo, de la Economía, el médico no se salió del guión. Para pagar habrá que buscar financiación externa, o tirar de los ahorros, o aplicar recortes severos. Fue de los que dijo que estaba allí para dar la cara. Y no el único. La dan los podemistas por un asunto que salpica y avergüenza a otro partido, al PP, con todas las siglas, y a un Alcalde, el que decidió no apartar el dinero para pagar la expropiación del palacete de "Villa Magdalena" y frenar en 11,2 millones la escalada del justiprecio. No lo hizo y puso un puente de plata al constructor Miguel Ángel del Fueyo para reclamar lo suyo en la justicia. Con la Ley del Suelo de Aznar en la mano y con el boom inmobiliario de años atrás, el resultado es conocido.

Lo que no hicieron los podemistas fue ser valientes y dar la cara en cuestiones que no hace tanto les sonrojaron en el Ayuntamiento. No la dieron cuando Rubén Rosón se negó con sucesivas abstenciones a readmitir a los trabajadores del plan de empleo con sentencias a su favor y a los que hubo que indemnizar. Y se negó a montar una comisión pública para dar la cara y explicar a los afectados la situación. Tampoco la dio cuando elaboraba a su aire el presupuesto y se les agolpaban los vecinos de los barrios (y también sus socios de gobierno) con su retahíla de peticiones. Sí montaron, lo montó Rosón, una caravana para explicarlo después, a posteriori, cuando ya no había vuelta de hoja, pero sí se le podían sacar a las cuentas rentabilidad política. Ahora Rubén Rosón lidera el movimiento inquisidor contra el PP, esa persecución por tierra mar y aire para que paguen por "Villa Magdalena". En la Florencia de los Médici, Girolamo Savonarola, organizaba las hogueras de vanidades , donde había que tirar todo lo que indujera al lujo o la comodidad y donde perseguía sin piedad a frailes corruptos, papas y gobernantes.

Un aliento de ánimo por Álex y Emilio

Una parte de la ciudad vive desde hace tres semanas con el corazón en un puño, con el alma en vilo por dos marineros, dos capitanes de barco experimentados que parecen haberse volatilizado en el Mediterráneo, cuando navegaban desde Cannes hasta Palma de Mallorca. Alejandro López y su tío Emilio faltan desde el 2 de este mes, cuando se les perdió la pista en el mar. El viernes por la tarde toda la fuerza para conseguir un final feliz se concentró en la plaza del Ayuntamiento. Su familia y sus amigos, que no son pocos, se concentraron para pedir algo tan lícito como que la búsqueda se haga más intensa, que se aumente el radio de acción del operativo, que se impliquen los países del área y que todo sea más sencillo, sin tanta burocracia. Que sea para bien.

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