Esta semana, los bomberos tuvieron que romper una ventana de un edificio para socorrer a una mujer mayor que no podía levantarse del suelo tras sufrir una caída y tenía la puerta cerrada con llave. No es un episodio aislado, se repite habitualmente entre las personas de cierta edad que viven solas cuando sufren un accidente doméstico del que nadie está libre. Por lo que el bombero y coordinador de Protección Civil Francisco Rodríguez, da algunos consejos para reducir los riesgos.

"Las lesiones más frecuentes son caídas, golpes y cortes", explica. Así que para evitar caídas lo mejor es llevar un calzado adecuado, de goma, que sea antideslizante, al igual que los suelos. Hay que ser cuidadosos con la humedad a la hora de fregar y eliminar obstáculos del pasillo y dormitorio. Hay que ser igualmente precavido con las alfombras, pues deben de estar "bien fijas y colocadas", ya que enredarse con ellas es un momento.

Rodríguez insiste en disponer de una "buena iluminación", mejor si es natural, pero por la noche está bien dejar encendida una luz tenue por si hay que levantarse. Y si no, mejor que la llave de la luz esté cerca de la cama. A la hora de incorporarse no hay que hacerlo de golpe, por si se sufre un mareo y, en consecuencia, una caída. Así que el coordinador de Protección Civil recomienda "primero, sentarse, esperar un poco, y levantarse". Se aconseja "tener lo más limpio posible la zona alrededor de la cama, sin obstáculos" y mejor si es una habitación amplia en la que no estorben la bata, las zapatillas, una banqueta.

En el baño, es preferible disponer de plato de ducha, porque resbala menos que la bañera. Incrementa la seguridad tener una barandilla y ser precavidos a la hora de entrar y salir. El vapor, la humedad y el agua aumentan el riesgo de resbalones, así que también hay que estar atentos, al igual que con las alfombras.

Pero, ¿cómo hay que actuar si la caída ha sido inevitable? Rodríguez destaca que "está bien llevar siempre un teléfono móvil o inalámbrico, cargado de batería" para alertar al 112.

No está de más apuntar el número en un papel por si en ese momento no se recuerda. Si no se dispone de teléfono, hay que gritar para pedir socorro a los vecinos. Otro consejo es que si se siente dolor, es mejor no intentar levantarse.

Los cortes son otros accidentes domésticos comunes. Es mejor utilizar cuchillos que no estén demasiado afilados y ayudarse con una tabla, propone Rodríguez. Hay que procurar cerrar las puertas de los armarios y que las sartenes siempre tengan el mango hacia dentro cuando estén sobre la cocina. Tampoco hay que dejarlas nunca en el fuego sin estar pendientes.

No es la primera vez que alguien se olvida y causa un incendio. En cuanto al horno, aconseja "abrirlo primero y después encenderlo" y tener cuidado con el microondas porque "quema más el recipiente que el contenido". "Es mejor que no haya braseros en las casas porque tienen mala combustión", destaca. Las estufas catalíticas no deben acercarse a una fuente de combustible, ropa o cortinas.

Cuando se cierre la puerta hay que quitar la llave de la cerradura y dejarla siempre en el mismo lugar. "Es importantísimo que alguien de confianza o un familiar tenga una llave de repuesto por si hay que entrar", destaca Rodríguez. No sobra tener una tarjeta en la entrada, en un lugar visible, en la que se informe si se sufre alguna patología, alergias o algún problema de corazón, al igual que el contacto de algún familiar. Todas las precauciones son pocas para evitar un accidente doméstico del que nadie está libre, pero las personas mayores son más vulnerables.