Los Bomberos y la Policía Local trabajan en el lugar del accidente. | lne

Á. FAES

"Estaba conmocionada; quedó apoyada sobre el claxon como en las películas y por eso nos despertamos". Todavía no eran las ocho de la mañana de ayer, cuando un golpazo y el sonido continuo de la bocina de un coche sacaron de la cama a varios vecinos de La Cruz, en San Claudio. En la carretera, junto a sus casas, y estampado contra el muro de una de las fincas, se veía, destrozado, un Mini rojo, con su conductora dentro, aturdida. Había perdido el control del coche en un tramo en curva y se había salido por la parte izquierda de la calzada. Con el golpe, el coche reventó la tubería de gas que pasa por el interior del murete de piedra, así que, además de los equipos sanitarios y de la Policía Local, acudió al lugar una dotación de Bomberos. Anularon la toma de gas y minimizaron así los riesgos.

Después de los vecinos, un coche en el que viajaban dos médicos que iban a trabajar al centro de salud de La Ería se detuvo para socorrer a la víctima, una joven de 27 años, de Sograndio y con iniciales R. M. V. V.

Entre todos lograron sacar a la conductora del coche. No presentaba heridas graves, pero estaba aturdida, según comentaron los testigos. "No parecía bebida ni nada similar", comentó a este periódico uno de los vecinos que la socorrieron. Efectivamente, la prueba de alcoholemia dio resultado negativo.

Minutos más tarde, la mujer fue atendida en el lugar del siniestro por los equipos sanitarios desplazados hasta La Cruz y trasladada a un centro hospitalario, aunque su estado, en principio no revestía gravedad.

Los vecinos de La Cruz, a solo 600 metros del núcleo de San Claudio, llevan años reclamando al Ayuntamiento aceras que unan ambas localidades pues no son pocas las personas que deben transitar por una carretera estrecha sin apenas arcén, para tareas tan cotidianas como llevar a los niños al colegio.