Pero el "operativo de control de la mendicidad" no es la única medida adoptada por el Ayuntamiento de Oviedo para tratar de acabar con los grupos organizados que se aprovechan de la situación desesperada de las personas que se ven obligadas a pedir en la calle. También hay otras actuaciones "que están surtiendo efecto". Según explican fuentes municipales, una de ellas es el proceso de regularización y control de los ambulantes que acuden cada domingo al rastro del Campillín. "Muchos inmigrantes que no tienen licencia y que se ponían en el rastro de forma ilegal se han ido a otras ciudades con sus familias porque ahora no se les permite. A muchos de ellos también podías encontrarlos durante la semana pidiendo por la ciudad y sometidos a la extorsión", explican fuentes policiales. En este sentido, el Ayuntamiento ha delimitado un espacio en el Campillín -con líneas pintadas en el suelo- para cada uno de los puestos con licencia.

Las 52 actas levantadas en tan sólo dos semanas por la Policía Local no se corresponden con el número de actuaciones policiales que se han llevado a cabo en Oviedo contra las mafias de la mendicidad. A esos controles también hay que sumarles las intervenciones que han efectuado los agentes de la Policía Nacional, que también están detrás de las mafias organizadas desde hace tiempo.