"La relación íntima entre tres conceptos -información, termodinámica y agujeros negros-, apunta a lo que va a ser la física en las próximas décadas". Sobre el pasado y el futuro de esta ciencia habló ayer en una conferencia de nivel avanzado el catedrático de Física Teórica de la Universidad Complutense de Madrid, Alberto Galindo Tixaire, que clausuró el Ciclo de promoción de la cultura científica y tecnológica en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

Sobre la información, Galindo expuso que "se guarda en soportes físicos, se transmite por medios físicos y se procesa o transforma mediante acciones físicas", de manera que la termodinámica y la información "van de la mano". El experto se refirió a Brillouin, que en 1949 conectaba la teoría de la información de Shannon con la variante termodinámica de Carnot, Boltzmann, Clausius, Gibbs y Maxwell y la ganancia de información con el aumento de entropía. "En la actualidad, la termodinámica, forzada por el nanomundo, se lee en clave de bits". Y saltó a 1974, cuando Hawking conseguía emparejar por primera vez gravitación y física cuántica, llegando a la conclusión de que los agujeros negros no son tales. "Se comportan como radiadores a una temperatura inversamente proporcional a su masa y con una entropía proporcional al área de su horizonte", manifestó para explicar el nacimiento de la termodinámica de los agujeros negros "en perfecto paralelismo con la termodinámica clásica".

Como remate y preludio de una visión de la física gracias a estas conjunciones, estaría la reciente propuesta de un origen entrópico para la gravitación y para las leyes newtonianas de la mecánica, para el tiempo y el espacio.