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La zarzuela que escandaliza al PP llega a Oviedo

Uno de los personajes de la obra, caracterizado como Bárcenas.

Los actores que representan a Bárcenas, Rato y Camps, cantando el pasaje de "Los tres ratas".

En Madrid armó el taco. A ver en Oviedo. El día 24 se verá en el teatro Campoamor "¡Cómo está Madriz!", un espectáculo que suma dos zarzuelas, de Chueca y Valverde, y que en la capital de España provocó la salida en estampida de Gallardón del teatro y muchas protestas. Y es que sale a escena toda la corrupción con alusiones inequívocas a Bárcenas, Rato y Camps -en el número de "Los tres ratas" de "La Gran Vía", una de las dos zarzuelas indicadas-, además de una felación a un cardenal en un burdel. Sin embargo, el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, aguantó como pudo el chaparrón, sin moverse de la butaca, quizá porque el cargo obliga.

La corrupción está siempre presente en la escena de Miguel del Arco, y como platos de acompañamiento, la burbuja inmobiliaria, tan relacionada, propia de los años noventa y primeros de este siglo, y la recientísima "ley mordaza", criatura genuina del PP de Rajoy. Ahí le duele.

El actor Paco León protagoniza la farsa que une y relaciona las dos zarzuelas y que da pie a las críticas más feroces. En todo caso, "La Gran Vía" se escribió como denuncia de un urbanismo tan moderno como arrasador, así que no hay que forzar las épocas y las circunstancias para que la pieza sea de plena actualidad. Sólo los nombres cambian, de aquellos protagonistas de hace un siglo a los del presente.

Y venga sarcasmos. Aparece una Doña Virtudes vestida de Chanel bajo los compases de la marcha imperial de "Star Wars" y va Paco León y la confunde con Esperanza Aguirre.

Federico Chueca y Joaquín Valverde compusieron "La Gran Vía" en 1886 y "El año pasado por agua", la segunda obra que conforma el espectáculo "¡Cómo está Madriz!", en 1889. Pablo Iglesias, líder de Podemos, indicó en Twitter que piensa acudir al teatro de La Zarzuela a ver la obra. La campaña electoral obliga, y más con el viento del libreto muy a favor, ya que fustiga el bipartidismo. Bueno, también sale mal parada la cuestión catalana, que quizá tenga que torear el podemista cuando a la salida del teatro le pregunten. Y lo mismo sobre las comparaciones que se establecen en escena entre Pablo Iglesias, venerado fundador del PSOE, y Pablo Iglesias, idolatrado líder de indignados. Tiene de plazo hasta el día 12; después, la fiesta se traslada a Oviedo.

Sobre las tablas unos gritan "Democracia real ya" y también "Más churros y menos porras", como en las manifestaciones de los últimos años en Madrid, especialmente en los reiterados intentos de rodear el Congreso de los Diputados, casi contiguo al coliseo donde Del Arco hace de las suyas.

En el estreno la tensión más fuerte se vivió cuando a un cardenal le hacen una felación en un prostíbulo muy bien recreado sobre el escenario. Dos docenas de espectadores se fueron y los gritos de "¡fuera, fuera!" protagonizaron el momento.

Todo ocurre en el presente. Paco, Paco León, vive en la plaza Mayor de Madrid. No consigue acostumbrarse a las miles de celebraciones, manifestaciones, cabalgatas y demás ruidosas reuniones ciudadanas que se suceden bajo su balcón. En una ocasión una orquesta entera toca "La Gran Vía" para celebrar el centenario de la construcción de la calle. A pesar del escándalo, Paco consigue caer en un profundo sueño hasta que un nuevo griterío lo despierta. Camina por las calles del Madrid de finales del siglo XIX. Aparecen las estatuas, los políticos, los madrileños de todo tipo, la generación del 98 y músicos famosos que le invitan a emprender un paseo por ese Madrid del siglo XIX que presenta sospechosas similitudes con su propio tiempo. La corrupción une mucho.

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