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Una vuelta al mundo sin prisas y en bici

Nelson Bardón y Joanna Wójcik partirán el próximo mes de julio desde Asturias para recorrer los cinco continentes y mostrar que se puede vivir del propio viaje

Joanna Wójcik y Nelson Bardón, en el carril bici de Fomento, en Gijón. JUAN PLAZA

No buscan romper un récord Guinness y ni siquiera tienen fecha para regresar a Asturias. Al contrario, su decisión de dar la vuelta al mundo en bicicleta tiene más que ver con una pasión y con el intento de demostrar que se puede vivir así: de aquello que el camino va ofreciendo en el propio viaje. Son como una variante modernizada de los giróvagos medievales. Joanna Wóycik y Nelson Bardón se pondrán en ruta (una Orbea y una Giant serán su compañía durante mucho tiempo) a principios del próximo julio. Dedicarán los próximos meses a recorrer lo que llaman la "media luna ibérica", desde Gerona a Lisboa. Y desde la vieja capital de los descubridores embarcarán hacia Brasil, el primer destino transoceánico de una aventura cuyo único billete asegurado es el del tiempo.

"Deseamos este cambio, que es la oportunidad de vivir una nueva vida alejada de la convencional que llevamos; elegimos otra", dice Nelsón Bardón. Arquitecto que estudió en Madrid e Italia, tiene 35 años. Nació en Villablino (León) y vive desde hace años en Oviedo. Tuvo una firma de Arquitectura: "No era lo mío". "Lo que la sociedad llama éxito, para mí no lo ha sido; lo que a mí me interesa es conocer gente y nuevas culturas", añade.

Joanna Wójcik, nacida en Varsovia hace 25 años, lleva tiempo dejándose guiar por la inquietud viajera. Estudió Filología Hispánica y Fotografía. Sus estudios la trajeron a España. Recuerda que hace once meses salió de Madrid sola, en bici, siguiendo la aguja de su brújula: hacia el Norte. Cerca de Oviedo tuvo un accidente y extravió sus pertenencias. Un amigo le presentó a Nelson Barbón. Intimaron y se hicieron pareja, el tándem de "Viajando a media luna", la página web en la que cuentan su proyecto de trotamundos.

"Cuando conocí a Joanna la admiré por ser capaz de hacer el viaje que había imaginado", subraya él. Y así fue dibujándose la gran pregunta: "¿Por qué no vivir de lo que nos gusta, que es viajar, la fotografía, el arte?". "Confeccionamos una base de datos de viajeros que viven así y resulta que hay algunos españoles; nos explicaron cómo se puede hacer", señala Nelson, consciente de que el miedo, los temores a lo que puede deparar lo desconocido, "frenan a mucha gente".

¿Y cómo lograrlo? La fórmula cabe en una línea: "Vivir viajando mientras damos la vuelta al mundo". Y por rutas alejadas de los circuitos turísticos. El dinero les preocupa, pero no tanto como para echarlos atrás. Están convencidos de que pueden lograr ingresos a partir de lo que a ellos mismo les apasiona: la fotografía, los cursos en ruta, servicios de apoyo a los viajeros, promoción de hermosos pueblos por los que pasen... Quieren publicar su primer libro en Lisboa. Algunas empresas han empezado a apoyar a la pareja en la logística del viaje.

Tienen ya preparadas las alforjas de sus bicicletas: cincuenta kilos por vehículo. Es lo que necesitan para dar la vuelta al mundo sin prisas. Y su convicción: "Aleja tu miedo, si quieres lo puedes conseguir".

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